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La mina gallega de níquel para coches inicia la fase de explotación industrial

La compañía sueca Eurobattery Minerals formaliza la solicitud para la declaración de impacto ambiental | Aspira a obtener, en Santa Comba, minerales para la fabricación de “millones” de baterías

La mina gallega de níquel para coches inicia la fase de explotación industrial

La invasión de Ucrania alteró la cotización de múltiples materias primas en los mercados internacionales. Una de ellas fue el níquel, que llegó a cotizar por encima de los 100.000 dólares la tonelada en la jornada del 8 de marzo –ayer se pagaba ligeramente por encima de los 21.000– y obligó a la Bolsa de Londres a suspender temporalmente las transacciones. Clave para la fabricación de material militar y para las baterías de vehículos eléctricos, hasta una pequeña parroquia gallega llegó en 2019 una compañía sueca, convencida de que en el subsuelo había ingentes cantidades de este mineral. Y así lo comprobó con las prospecciones realizadas en Castriz (Santa Comba, A Coruña).

“No es una ilusión. Es un hecho, probado por un informe elaborado de acuerdo a las directrices del CIM (Canadian Institute of Mining, Metallurgy and Petroleum). Siempre hemos creído en ello, y ahora tenemos la prueba”, enfatizaba el pasado mes de julio el director general de Eurobattery Minerals, Roberto García Martínez. Ahora, este grupo acaba de arrancar la fase de explotación industrial del denominado proyecto Corcel con la entrega de la documentación necesaria para “completar la declaración de impacto ambiental y el permiso” de ejecución de la mina.

Objetivos

“Será fundamental para disponer de materia prima extraída de manera responsable, y necesaria para una transición limpia de la industria de la energía y los vehículos eléctricos”, abundó esta semana, como notificó a los inversores. Hasta el momento, la minera ha evaluado los resultados del equivalente a 5,6 millones de toneladas de roca, con una proporción de níquel del 0,23%. “Fácilmente se podrían alcanzar los 60 millones de toneladas” con una densidad del 0,25% de esta materia prima”.

A juicio de sus promotores, la mina de níquel gallega “podrá extraer minerales para unos cuantos millones de baterías de coches con capacidad de 60 kilovatios hora (kWh)”. De momento, Eurobattery –cotiza en los mercados Nordic Growth Market y Börse Stuttgart– ha presentado “a las autoridades locales” el proyecto de explotación, el estudio de impacto ambiental y el plan de restauración. En este último, según indica la empresa, incluye la propuesta para la “integración ambiental y paisajística” del área que será sometida a los trabajos de extracción.

“Ahora podemos predecir de manera concreta que, con solo una décima parte del volumen total del yacimiento Corcel, podremos extraer níquel para cerca de medio millón de baterías de automóviles”, ahondó García Martínez. Entre las potencialidades que Eurobattery ha encontrado para su proyecto gallego está la “proximidad” a los puertos de Vigo y A Coruña. Corcel cuenta con tres zonas de previsible explotación: Castriz, Montemaior y Montecastelo.

El primer accionista de esta compañía sueca es Clearstream Banking Germany (10,91%), aunque hasta 2020 el mayor socio individual (con el 11,82%) era una empresa de Oleiros, Ulex Recursos. Su administrador único, José Manuel Corbal, lo es también de media docena de sociedades dedicadas a la minería (Minas del Atlántico, Minas Metálicas del Noroeste o Corcel Minerals, entre ellas). La entidad financiera Swedbank Försäkring o Avanza Pension figuran también en el accionariado.

Un equipo colaborador de Tesla, dirigidos por el investigador Jeff Dann, desveló hace escasas cuatro semanas un nuevo diseño de baterías de níquel que podrían durar hasta cien años, antes de tener que mandarlas a reciclar, siempre y cuando su temperatura se mantuviera en el rango de los 25º.

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