Las empresas familiares cotizadas sortearon en mejores términos la pandemia, cayendo casi siete puntos porcentuales menos en bolsa que las demás compañías, y son capaces de desenvolverse mejor en crisis complejas como la del Covid-19, según se desprende de un análisis de los expertos del área de IPB International Private Bank de Deutsche Bank, Markus Eckey y Sebastian Memmel. Los autores subrayaron que las empresas familiares tienen ventajas en comparación con las que no tienen una familia como inversor de referencia, lo que las hace más resilientes en las crisis.

Por ejemplo, mientras que los precios de las acciones de las empresas familiares alemanas se desplomaron un 23,7% durante la primera fase del Covid, las firmas sin un accionista familiar vieron caer sus precios aún más, un 30,7%. “En el caso de las empresas familiares, el desplome es por término medio menor en una crisis y la recuperación suele ser mucho más rápida”, destacó Eckey.