Con un desplome del 32,63%, Galicia es la comunidad en la que más cae la constitución de nuevas empresas en toda España. No solo eso, el retroceso gallego es más del doble que el que sufre el conjunto del país, que también ve cómo se crean menos empresas que el año pasado, pero esta cifra se modera hasta el 14,91% en el conjunto del Estado. En términos absolutos, Galicia sumó el pasado julio 223 nuevas empresas. Son 108 menos que las 331 que se constituyeron en el mismo mes del año pasado. Ninguna de las demás comunidades españolas presenta una caída mayor. Solo está superada por las dos ciudades autónomas: Ceuta cae un 100% (no se constituyó ninguna empresa allí en julio) y Melilla registra una bajada de un 57,14%. Son datos del último estudio Demografía Empresarial, elaborado mensualmente por la firma Informa D&B.
Los dos sectores que más empresas aportaron al tejido gallego en julio fueron construcción y actividades inmobiliarias (con 45 nuevas mercantiles) y comercio (con 32). Por provincias, A Coruña creó 91, Pontevedra sumó 81, Ourense constituyó 28 y Lugo, 23.
El subdirector del Foro Económico de Galicia, Patricio Sánchez, considera que la caída gallega se produce porque la creación de empresas “no ha ido tan mal a lo largo del año” y, en consecuencia, “el parón del verano se ha notado más”. Añade, eso sí, que el fenómeno es multifactorial y que hay más causas que explican la reducción.
En este sentido, el abogado especializado en el ámbito empresarial Ramón Ozores, del despacho On Tax & Legal, apunta a la propia dinámica empresarial gallega, donde “todos los huevos están en la misma cesta” porque “hay unos pocos players muy grandes que están muy consolidados, pero lo que se crea en el resto de Galicia son pequeñas empresas de servicios y este ha sido un sector muy afectado por el COVID-19”. Como ejemplos de los players a los que hace referencia, menciona los casos de Stellantis, Inditex y Coren. Estos gigantes empresariales, explica, tienen toda una industria auxiliar menos susceptible a los riesgos, toda vez que orbita en torno a estas compañías, con lo que “fuera de este circuito es difícil montar empresas nuevas y al montar una empresa como un pequeño comercio o una peluquería ya te la juegas más”.
A pesar de la notable caída en la creación de empresas, Patricio Sánchez considera que este dato, por sí solo, no debe ser motivo para la alarma. “Galicia no está peor que las demás comunidades”, sentencia.
Los datos le dan la razón porque el estudio de D&B da a Galicia una de cal y una de arena. Si bien la constitución empresarial en la región registra una caída más pronunciada que la española, sucede lo contrario en cuanto al capital invertido para la creación de dichas compañías. Aunque tanto la comunidad como el conjunto del Estado sufren un descenso del capital destinado a poner mercantiles en marcha, el estatal (del 49,74%) es significativamente superior al gallego (del 27,47%).
Eso sí, Sánchez advierte de que, aunque Galicia no está peor que el resto de las autonomías, “es evidente que vienen meses difíciles” y que la caída de julio “puede ser el inicio de una tendencia”. Lo que ocurre, explica, es que, en materia económica, “a Galicia llega todo más tarde, tanto para lo bueno como para lo malo”. Y resume: “La economía española es dependiente de la europea y la gallega es dependiente de la española”.