El Banco Popular de China (BPC) recortó ayer de manera inesperada dos de sus principales referencias para los préstamos a las entidades bancarias del país en un intento de hacer frente a la desaceleración del crecimiento del gigante asiático y a las dificultades que atraviesa el sector inmobiliario.

De este modo, el banco central chino ha rebajado en diez puntos básicos, hasta el 2% desde el 2,10%, la tasa aplicada a las operaciones de recompra inversa (repos) con vencimiento a siete días, mientras que ha situado en el 2,75% desde el 2,85% la tasa aplicada a los préstamos a medio plazo con vencimiento a un año.

En este sentido, el Banco Popular de China ha anunciado que, “con el objetivo de mantener una liquidez razonable y suficiente en el sistema bancario”, ha inyectado 400.000 millones de yuanes (57.791 millones de euros) a través de la facilidad de préstamo a medio plazo, con un 2,75% de interés, mientras que ha realizado una operación de refinanciación inversa por importe de otros 2.000 millones de yuanes (289 millones de euros) a siete días.

“Poca diferencia”

El economista sénior para China de Capital Economics, Julian Evans Pritchard, ha calificado de “sorpresa” los recortes de tipos anunciados por el Banco Popular de China, aunque considera que “harán poca diferencia en las condiciones de liquidez”.

En cambio, el experto apunta a que la principal motivación del banco central es “desencadenar un recorte en la tasa de interés preferencial de los préstamos” (LPR, por sus siglas en inglés), fijada en base a cotizaciones vinculadas a la tasa a medio plazo, lo que reducirá los pagos de intereses de los préstamos existentes, “quitando algo de presión a las empresas endeudadas” además de aliviar el coste de los nuevos préstamos.