El Perte del naval, hoja de ruta de la financiación de la UE para los proyectos de esta industria, ha seguido las directrices de Pymar, la patronal presidida por Álvaro Platero. El documento de la primera convocatoria, publicado ayer por el Gobierno, permitirá que los planes de los astilleros españoles obtengan una intensidad de ayuda de hasta un 80%. Además, el Ministerio de Industria ha escuchado las demandas de los pequeños y medianos astilleros y pone como condición para recibir las ayudas que se soliciten para proyectos en los que participen, como mínimo, seis empresas. De estos consorcios, establece el Perte, un 40% de los socios deben ser pymes. Así, la primera convocatoria tendrá un presupuesto de 200 millones.

El desarrollo del Perte prevé una inversión total de 1.460 millones con una contribución del sector público de 310 millones y una inversión privada de 1.150 lo que, se espera, genere hasta 3.100 puestos de trabajo. En un comunicado, la ministra de Industria, Reyes Maroto, destacó que, así, el Ejecutivo cumple con el compromiso para poner en marchar este proyecto “que va a permitir transformar la cadena de valor de nuestro sector naval mediante su diversificación hacia las energías renovables marinas, desarrollar buques de bajas emisiones y su digitalización para mejorar su sostenibilidad medioambiental”.

Ahora será el turno de los astilleros y las auxiliares para presentar su proyectos. Por el momento, el único conocido hasta la fecha en aguas de las Rías Baixas es el planteado por Nodosa Shipyard. La atarazana de Marín madura un proyecto junto a Siemens para la construcción de un remolcador propulsado a base de hidrógeno. En la iniciativa participan también la propia Pymar, la patronal del metal Asime, Puerto de Marín, CT Ingenieros, DNV y la UVigo.