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Abanca retendrá un “porcentaje significativo” de Pescanova para blindar su galleguidad

La entidad gana 104 millones hasta junio y reduce la morosidad pese a la inflación y el vencimiento de los apoyos por el COVID-19

Francisco Botas, Juan Carlos Escotet y Alberto de Francisco Guisasola, ayer. | // XOÁN ÁLVAREZ

Ni Pescanova ni el Deportivo son en este momento las participadas más valiosas de Abanca, pero posiblemente ninguna otra les gana en emblemáticas por todo lo que representan social y económicamente. El presidente del primer operador financiero de Galicia estaba analizando precisamente la difícil encrucijada del club coruñés tras el fracaso en el ascenso a Segunda División cuando durante la presentación ayer de los resultados del primer semestre reconoció que “la apuesta estratégica” por las empresas de la cartera venía “en algunos casos, forzada”. ¿Ocurrió en el gigante pesquero con sede en Chapela?

A eso apuntan los últimos tres años, desde que el resto de bancos y fondos de inversión dieron la espalda a la propuesta de Abanca para seguir en el accionariado sin fecha de caducidad. Se quedó con sus paquetes de capital, hasta alcanzar el 97,76% que controla ahora. La entidad tuvo muy clara desde el principio la necesidad de buscar aliados. Un “socio industrial”, como el propio Juan Carlos Escotet detalló en varias ocasiones, para seguir dando alas a una compañía “casi indispensable para la economía gallega”. El objetivo se mantiene, aunque cambia el perfil hacia un partner financiero que, eso sí, permita a Abanca aguantar como accionista de referencia.

Empleo y actividad

“Más que adjetivar si es industrial o financiero, lo que siempre hemos dicho es que estábamos interesados en buscar un socio con vocación a largo plazo –recuerda Escotet– y capacidad de agregar valor en la sociedad”. La otra condición es que Abanca retenga “un porcentaje significativo de la participación para asegurar el sostenimiento del empleo y la actividad empresarial en Galicia”. La decisión no se tomará de la noche a la mañana para “dar tiempo a que ocurra primero la ratificación de la rentabilidad y el cumplimiento de los objetivos”.

El último ejercicio fiscal finalizado el pasado 31 de marzo fue, según Escotet, “muy bueno” para la multinacional del mar, que alcanzó un ebitda superior a los 70 millones y beneficios de más de 8 millones. “Esos resultados –insiste Escotet– habrá que ratificarlos en el 22/23, como todo apunta que va a ocurrir”. En esa estrategia de sacarle brillo se enmarca también la recientísima adquisición de Pesquera Veraz. Hacía diez años que Nueva Pescanova no protagonizaba una operación corporativa.

Resultados semestrales

Abanca sí está acostumbrada a hacerse grande. Su volumen de negocio engordó un 6,6% en el último año y alcanza los 110.000 millones de euros, por encima de los mejores momentos de las dos antiguas cajas de ahorro. Sus gestores lo atribuyen a “la estrategia ganadora” de combinar crecimiento orgánico e inorgánico con la ristra de entidades españolas y portuguesas integradas. Escotet confirma el interés todavía por la lusa EuroBic y “todo tipo de posibilidades” de compra. “No vemos ningún motivo para cambiar la estrategia, por el contrario, ahora más que nunca, será necesaria”, dijo, para aumentar volumen y competitividad frente “a los retos de los próximos meses” por la previsible ralentización de la economía, las tensiones inflacionistas y el cambio de la política monetaria.

Y, a pesar de todas esas amenazas y en un contexto de guerra, el beneficio de Abanca –sin contar los casi 66 millones del impacto contable de la absorción de Bankoa– creció un 14,3%, con 104,3 millones de euros. “Son resultados de alta calidad basados en elementos recurrentes y la eficiencia”, valoró Francisco Botas, consejero delegado. En comparación con el primer semestre de 2019, el número de hipotecas creció este año un 67%, un 35% la financiación a pymes y autónomos, cerca de un 27% la suscripción de fondos y, en el último año con la puesta en marcha de la sociedad aseguradora, el volumen de gestión discrecional de carteras subió un 32%.

Cobertura de los riesgos

La entidad presume de mejorar la tasa de mora, situada en el 2,1%, incluso en un momento de tantos nubarrones y vencidos ya la mayoría de los aplazamientos y respaldos concedidos para sortear la crisis del COVID-19. Las elevadas coberturas en créditos fallidos (82,9%) y los adjudicados (62,9%), los 1.440 millones de exceso de capital sobre los niveles regulatorios y los 15.600 millones en activos líquidos sirven de escudo para Abanca “dadas las amenazas considerables del entorno”.

Escotet dice que el impuesto a la banca daña “a toda la economía” y pide que no se apruebe


Aunque algunas informaciones publicadas en las últimas horas tras conocerse la letra pequeña del impuesto que el Gobierno quiere aplicar a los grupos financieros para que “arrimen el hombro” ante la crisis inflacionaria apuntaban la posibilidad de que Abanca se librase por no superar el umbral marcado, sus gestores reconocen que no es verdad. Como al resto de operadores grandes y medianos, le tocará asumirlo. Y Escotet, máximo accionista de la entidad que nació de un rescate de más de 9.000 millones de euros públicos a las cajas gallegas, no disimula su contrariedad. “Honradamente, confiamos es que esto no resulte aprobado en el trámite parlamentario por diversas razones”, apuntó Escotet durante la presentación ayer de los beneficios de más de 104 millones de euros de la entidad en el primer semestre del año. El líder de Abanca insistió en varias ocaciones en “la preocupación” que le suscita “la prestación patrimonial” y su aspiración de que vaya adelante. Dio por bueno el cálculo del Santander de que la medida podría bloquear hasta 50.000 millones en financiación y la sospecha de “inconstitucional” de las patronales bancarias por “la retroactividad”. “Es profundamente dañino para toda la economía”, advirtió, tras subrayar que la buena salud del sector financiero ayudó a que la crisis del COVID-19 no precipitase una grave recesión, como sí ocurrió en 2008, y cuestionar la aplicación de las multas: “¿Cómo se va a medir el incumplimiento? La subida de los tipos ocurrirá y es posible que el margen neto mejoren en algo, pero es una consecuencia del entorno y no necesariamente del traslado de costes”.

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