Es la primera subida en 11 años. El Banco Central Europeo ha aumentado los tipos de interés 0,50 puntos, el doble de lo anunciado inicialmente y la mayor alza en más de 20 años. En otras palabras: se acabaron el dinero gratis y paradojas tan llamativas como que saliera rentable pedir dinero prestado. Pero, pese a la situación de incertidumbre que genera esta novedad, sumada a la provocada por la pandemia y la guerra de Ucrania, el nuevo escenario beneficia al ahorrador, que verá como aumenta el rendimiento de sus reservas. En concreto, los más de 155.000 gallegos con planes de pensiones se verán beneficiados por el aumento de los tipos.
Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, correspondientes al ejercicio de 2020, 155.397 gallegos se dedujeron un plan de pensiones en su declaración de la renta. Hay que tener en cuenta, eso sí, que la cifra real de gallegos con estos productos financieros es superior, ya que hay personas que no están obligadas a declarar. En este contexto, el subdirector del Foro Económico de Galicia, Patricio Sánchez, cuenta a FARO que “la previsión es que ahora baje el consumo y suba el ahorro”. Y ahonda: “Sería lo lógico. De hecho, una de las razones por las que se han subido los tipos es porque el ahorro se había resentido, la gente había estado tirando de sus ahorros”.
También el economista sénior de Funcas Francisco Rodríguez explica que la decisión del organismo presidido por Christine Lagarde supone “una buena noticia para los ahorradores porque en todos estos años ha habido pocas referencias de inversión”. Como consecuencia, observa Rodríguez, “la gente se ha ido a productos de más riesgo y aquí los criptoactivos son un ejemplo claro”.
El patrimonio que los gallegos acumulan en planes de pensiones fue en 2021 de 4.242 millones de euros (un 6,7% del PIB autonómico), según el Observatorio Inverco. Galicia es, de este modo, la sexta comunidad con más cantidad depositada en estos productos, pero se sitúa, eso sí, por debajo de la media española, de 4.701 millones. Esto se explica porque las cuatro primeras (Madrid, Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana) acaparan el 64,7% del patrimonio total del país (con el 23,2%, 21,3%, 11,8%, y 8,4% cada una, respectivamente).
Efecto en las rentabilidades
Pero ¿cómo afectará la subida de tipos a la rentabilidad de los productos financieros, sean planes de pensiones o de otra naturaleza? Rodríguez se muestra aquí ambivalente: “Va por barrios porque, por una parte, va a haber más oportunidades de inversión y, por la otra, todavía hay mucho riesgo en las bolsas”. Además, recuerdan tanto él como Sánchez, con un encarecimiento de la vida disparado, el aumento de la rentabilidad de los productos de ahorro provocado por la subida de tipos no va a conseguir que, en el corto plazo, las familias consigan batir la inflación. Este indicador se situó el pasado junio en el 10,2% en España, según el INE, una cifra que en Galicia escaló al 11,1%, el tercer dato más alto del Estado, solo superado por Castilla y León (11,6%) y por Castilla-La Mancha (12,7%).
Sánchez añade, además, que no cabe esperar grandes aumentos en las rentabilidades en el corto plazo. “En la medida en que la tendencia se consolide, sí podremos volver a niveles de hace cinco años, pero para darse esa situación tendría que continuar esa senda de subida de tipos”. Y añade: “Y, si esto continúa mal, tengo la impresión de que sí subirán más los tipos”.
Tampoco Rodríguez espera un gran aumento en las rentabilidades porque, recuerda, “estamos en tipos reales negativos por lo elevado de la inflación”. Sin embargo, sí prevé que pueda haber rentabilidades más interesantes en unos 15 meses.
En cualquier caso, ambos expertos consideran que la subida de tipos es un paso acertado. “Se ha ganado en credibilidad”, opina Rodríguez, mientras Sánchez cree que “ahora volveremos a una situación más razonable”.
El alza “aumentará la competencia entre entidades”
El escenario que abre la subida de tipos de interés no solo afectará a las familias y a los consumidores, sino también a las entidades financieras, que tendrán que adaptar su oferta de productos de ahorro e inversión a la nueva situación. Esto “aumentará la competencia para productos de ahorro, como también ocurrirá para las hipotecas”, valora Francisco Rodríguez, economista sénior de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas).
En este último caso, ya ha cambiado el hábito del consumidor de manera notable. Si en 2010 la contratación de estos créditos a tipo variable representaba más del 98% del total en Galicia, en 2020 caía al 40%. Fue la crisis económica de 2008 provocada por la explosión de la burbuja inmobiliaria la que hizo que los clientes se decantaran por el tipo fijo, ya que, en lo peor de la crisis, el euríbor llegó a superar el 5%, ahogando a millones de familias.
Pero ahora la situación se revierte y, de la misma manera que el consumidor cambia de comportamiento en función de estas variables, también las entidades financieras cambian su oferta de productos en función del comportamiento del cliente. Así, los tipos de interés que los bancos ofrecen para las hipotecas a tipo fijo llevan meses aumentando, precisamente para atraer a los usuarios a las de tipo variable. Rodríguez considera, eso sí, que el aumento de la competencia “no ocurrirá a muy corto plazo, pero sí cuando la inflación se modere”.
