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Combustible, alimentos y hoteles llevan la inflación en Galicia a las más altas del país

Los precios subieron un 11,1% en comparación con junio de 2021 y el IGE prevé un alza de casi el 12% este mes | El incremento salarial en los convenios se sitúa en el 3,77%

Clientes en una terraza de un bar ayer en Vigo. Pablo Hernández Gamarra

La energía es un producto más, como cualquiera de los que llenan la cesta de la compra para su consumo final en los hogares, y, a la vez, ingrediente fundamental de los procesos productivos y la distribución. Prácticamente todo lo que se mueve en la economía depende de los carburantes y la electricidad. La demanda de ambos se desplomó durante 2020, arrastrados por el confinamiento de la primera ola del COVID-19 y las restricciones a la movilidad y los aforos en locales de hostelería y comercio en los siguientes picos de contagios. Llegó la vacunación y la fuerte recuperación de la actividad empezó a inflar los precios, azuzados ahora por las muchas consecuencias que la invasión de Rusia a Ucrania tiene en el mercado mundial de los combustibles. Repsol reconoció hace unos días a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que su margen de refino se disparó un 242% durante el segundo trimestre del año, en parte por “las limitaciones de la oferta para cubrir la demanda de gasolinas, gasóleos y queroseno de aviación”. A la espera de que el coste en las estaciones de servicio refleje por fin la caída del 20% en la cotización del barril de crudo durante el último mes, la inflación sigue desbocada en España. Acabó junio con un alza anual del 10,2% y casi un punto más (11,1%) en Galicia, donde, junto a la energía y la alimentación, la hostelería se engancha al intenso encarecimiento de la vida.

La variación anual del Índice de Precios al Consumo (IPC) de Galicia en junio es las más elevada desde mediados de 1984. Solo Castilla y León (11,6%) y Castilla-La Mancha (12,7%) registraron alzas superiores, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y su homólogo aquí, el IGE. Muchas voces corean la necesidad de un pacto de rentas para evitar que la inflación entre en una espiral sin fin por la retroalimentación de los sueldos. No parece que ese vaya a ser un problema. En los 147 convenios pactados en Galicia hasta junio y que engloban a unos 153.300 trabajadores, el incremento salarial se sitúa en el 3,77%.

El IGE prevé que los precios desciendan tímidamente este julio respecto al mes anterior. Una bajada del 0,1% que no contrarrestará el intenso repunte estimado en comparación con el año pasado: 11,9%. La predicción de la inflación subyacente, que mide la evolución de los precios sin los alimentos no elaborados y los productos energéticos, llega al 6,4%, tres décimas por encima de junio (6,1%).

La electricidad, el gas y otros combustibles escalaron un 45,6% y cerca del 45% en el caso concreto de los carburantes. El aceite se mantiene como el alimento más inflacionista en Galicia (32,5%), aunque seguido muy de cerca de los huevos (31,4%). La leche fue un 20% más cara que en junio de 2021, los cereales se encarecieron un 17,7% y un 16,7% la fruta. A la cabeza del IPC aparecen ahora los servicios de alojamiento (20,4%) y los paquetes turísticos (10,6%), mientras que la restauración elevó sus tarifas un 7,6%, dos puntos más que la media estatal (5,5%). Las comisiones bancarias subieron un 10,6%.

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