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Galicia es la segunda autonomía con más electricidad renovable pese al freno eólico

Aportó casi el 15% de la generación limpia del país | De los 4.500 MW que se integraron en el sistema nacional en 2021, solo 28 estaban en la comunidad

Parque eólico de EDP en Muxía. // EDP

El nuevo ciclo de la pandemia del COVID-19 de olas más expansivas y muchísimo menos graves marcaba el rumbo de la economía hasta que el galopante encarecimiento de las materias primas le robaron casi todo el protagonismo. Hay que remontarse cuatro décadas para encontrar los niveles actuales de inflación. La invasión de Rusia a Ucrania agravó la situación, aunque la subida de precios se nota ya desde mediados del pasado año, sobre todo en la energía. Algo, según Redeia, el antiguo Grupo Red Eléctrica (REE), que hace “más evidente” la necesidad de impulsar “nuevas estrategias y propuestas legislativas” para alcanzar la neutralidad climática y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.

A lo largo de 2021 se integraron en el sistema eléctrico del país unos 4.500 nuevos megavatios (MW) de potencia renovable, “lo que permite dar un paso más –valora el operador del transporte de la electricidad– en el éxito de la transición energética”. El incremento en Galicia fue anecdótico. Solo entraron en servicio 28 MW de un nuevo complejo eólico a causa de la parálisis que vive de nuevo el sector del viento por la lentitud en la tramitación de las autorizaciones. Aún así, la comunidad se mantiene como el segundo territorio del país que más producción verde aportó en 2021.

Simón Espinosa

Parque de generación

El parque de generación con fuentes libres de emisiones de gases de efecto invernadero rozó en España los 64.200 MW y con él se cubrió el 46,7% de la producción de electricidad. En ambos casos se trata de máximos históricos, como destaca Redeia en el Informe Anual de Energías Renovables que acaba de publicar. El incremento de la potencia renovable (un 7,2%, con 4.338 MW más que a finales de 2020) vino, especialmente, por la expansión de la solar fotovoltaica, que concentró el 80% del nuevo músculo renovable. En eólica se ganaron 839 MW “y se mantiene como la tecnología protagonista” del mix de producción. Entre las instalaciones que entraron en el sistema y las favorables condiciones climatológicas, la actividad de la eólica creció un 10,2% y un 36,9% la fotovoltaica.

Cerca del 57% de toda la potencia renovable que hay en el país se concentra en cuatro comunidades. Castilla y León figura a la cabeza con más de 11.900 MW verdes. Le sigue Andalucía, donde existen 8.600 MW en renovables; y Castilla-La Mancha, donde la potencia con fuentes libres de emisiones aumentó un 17,5% en 2021, hasta los 8.140, desplazando a Galicia (7.717 MW) del tercer lugar que tradicionalmente ocupaba.

Sin déficit

Por muchos malos augurios que los contrarios al cierre de las plantas térmicas de As Pontes y Meirama quisieron lanzar por el supuesto déficit que provocaría en el sistema eléctrico autonómico, lo cierto es que Galicia volvió el pasado ejercicio a generar mucha más energía de la que consumió y una cuarta parte del total se exportó al resto de España y al norte de Portugal. Entre ambos países se tramita ahora mismo otra autopista eléctrica que permitirá ampliar la capacidad de intercambio para dar salida al excedente eólico de la comunidad y reforzar las ventajas de compartir un mercado único para abaratar la factura doméstica.

La producción en Galicia alcanzó los 24.211 gigavatios hora (GWh), el 74,3% de origen renovable. La eólica repitió como primera fuente con el 39,5% del total y la hidroeléctrica representó el 31,8%. Redeia subraya el papel “muy significativo” que jugaron los embalses gallegos respecto al resto de España. “De hecho –señala–, uno de cada cuatro GWh hidráulicos que se producen en nuestro país tiene su origen en Galicia”. El capítulo de “otras renovables” que engloba, entre otras, a la biomasa, se movió alrededor del 2%. Entre las tecnologías no renovables sobresalieron los ciclos combinados de gas (15,3%) y la cogeneración (7,8%). “Es significativo el descenso que experimenta el carbón, con una reducción de su generación del 65,8% respecto a 2020”, agrega Redeia, después de la clausura definitiva de la central de Meirama. Con la de As Pontes ya solo se cubrió el 1,9% de la producción eléctrica de Galicia el año pasado.

La menor recuperación del consumo

La continuidad de la pandemia influyó en el comportamiento del consumo de electricidad. Subió un 2,6% en comparación con el primer año del coronavirus, algo que no era difícil por el bajón considerable del confinamiento, pero sigue sin recuperar los niveles pre-COVID. “A ese efecto sería necesario añadir dos nuevos condicionantes que, influidos directa o indirectamente, por la evolución de la pandemia podrían haber condicionado también la evolución de la actividad, como son: las rupturas en la cadena de suministros de productos intermedios y el alza del precio de las materias primas”, explica Redeia. Con ese contexto, Galicia fue la comunidad en la que menos aumentó la demanda. Únicamente se elevó un 0,6%, hasta los 17.510 GWh.

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