El mes pasado se matricularon en España un total de 89.252 unidades, un 7,8% menos respecto al mismo mes del año anterior. Según la patronal Anfac, la incertidumbre económica y la inflación, que afecta de un modo significativo al precio de los carburantes, se suman a la crisis de los chips y a los largos tiempos de espera para la entrega del vehículo como los principales condicionantes del mercado.

De hecho, todos estos motivos han provocado que el primer trimestre cierre con un total de 407.757 unidades matriculadas, un 10,7% menos, y que no se logre encontrar demasiados motivos para el optimismo. Si el mes pasado mejoraba el canal de particulares, un signo de recuperación, este mes vuelve a caer, un 2% hasta las 35.551 unidades. “El mercado sigue sin estabilizarse”, lamenta Aránzazu Mur, directora del área de economía y logística de Anfac. “La subida de los precios de los carburantes y la inflación están marcando la demanda y seguramente afectarán al ritmo de recuperación en los próximos meses”, añade.

Paralelamente, el canal de las empresas alquiladoras, pese a dispararse el turismo, se desplomó un 43,1% hasta las 16.601 unidades, mientras que el canal de empresas subió un 18,4% con 37.100 unidades.

Por otro lado, las ventas de vehículos comerciales ligeros cerraron el primer semestre con una fuerte caída del 32,4% hasta las 10.446 unidades, dejando el acumulado del año con un desplome del 35,4% con 56.857 unidades. Por su parte, los vehículos industriales y autobuses mejoraron notablemente, un 23,6% con 2.104 unidades, dejando el total del año en 12.547 unidades, un 8% más. Junio terminó con Toyota como la marca más vendida del mes con 8.303 unidades, superando a Hyundai, con 7.180, y Dacia, con 6.702.