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Tavares planea internalizar componentes y apretar a proveedoras “o habrá un colapso”

Stellantis avisa que están ante el “gran reto” de abaratar un 40% la producción del coche eléctrico | El “patrón” del grupo no descarta adquirir una mina para asegurarse suministros

Trabajadores de la planta viguesa de Stellantis. Marta G. Brea

Un día es Volkswagen y al siguiente Stellantis, cuando no esporádicamente cualquiera de los otros grandes fabricantes de todo el mundo, pero lo cierto es que la imposición del vehículo eléctrico (tras el veto a la venta de vehículos térmicos en 2035) está suponiendo “un gran reto” para la industria. El último en dar este aviso fue el responsable de Fabricación del grupo con fábrica en Vigo, Arnaud Deboeuf. Según trasladó en una visita a la planta gala de Trémery (entre Metz y Luxemburgo), la intención de la compañía es seguir a pies juntillas la máxima de su patrón, Carlos Tavares, y abaratar lo máximo posible los costes de fabricación de este tipo de vehículo. Y el plan, dijo, pasa por dos frentes: apretar (más) a las proveedoras y fabricar algunos componentes de forma interna. De no lograr el recorte, “el mercado colapsará”, según Deboeuf.

El propio Tavares aprovecha cada entrevista e intervención en los medios para poner énfasis sobre la necesidad de “ahorrar en todos lados”. En este caso, se le unió también en la alerta Deboeuf. Según recogen Bloomberg y medios locales galos, el jefe de Fabricación ve necesario reducir un 40% los costes de producción de aquí a final de la década, a través de unos suministros más estables y de “controlar la cadena de valor”.

El propio Tavares, en una entrevista concedida a Le Républicain Lorrain, avisó de que están “interiorizando cada vez más los procesos de producción”, apostando por una integración vertical que se extiende también en el control de los suministros necesarios, como es el caso del litio, para lo que está llegando a acuerdos con proveedores de primer nivel (como el firmado con la californiana Controlled Thermal Resources, CTR). De hecho, el portugués puso sobre la mesa una alternativa que, hasta la fecha, nunca había hecho pública: “No excluimos la posibilidad de invertir directamente en extracciones mineras”.

El luso aprovechó la misma entrevista para volver a cargar contra la decisión de la UE de acabar con los venta de vehículos térmicos en 2035. “La red de recarga va a la zaga de las ventas de vehículos eléctricos”, lamentó Tavares, “es normal pensar que un consumidor no comprará un vehículo eléctrico hasta que esté convencido de que puede cargarlo fácilmente”.

La factoría de Trémery, Francia, se transforma con 150 millones

El consorcio Stellantis, junto con sus dos socios, ha invertido hasta la fecha 150 millones de euros para actualizar las instalaciones en sus plantas de Trémery-Metz (Francia) para dar el salto al coche eléctrico.

Así, Emotors, empresa conjunta al 50% con Nidec Leroy-Somer Holding, invierte 93 millones para producir este año su gama de motores eléctricos en la planta que antes era la mayor fábrica de motores diésel del mundo.

Por otro lado, e-Transmissions, joint venture al 50% con Punch Powertrain, invierte 57 millones en la producción de la futura generación de transmisiones de doble embrague electrificadas (eDCT).

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