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Guerra y costes energéticos estrangulan al sector ganadero y multiplican sus pérdidas

El incumplimiento de Ley de la Cadena Alimentaria obliga a los productores a vender por debajo de sus costes de producción | Los empresarios urgen mecanismos de vigilancia

José Luis Vázquez, de la cooperativa Verín Biocoop, en su explotación de Riós. FERNANDO CASANOVA

David Pérez, uno de los socios de la cooperativa A Carqueixa, dedicada al ganado vacuno en Os Ancares, vende sus productos a un precio que no cubre los gastos que le supone producirlos. El de los márgenes de beneficio en el sector primario es un problema “de toda la vida”, cuenta a FARO Pérez, especializado en la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Ternera Gallega, concretamente en la variedad conocida como “suprema”, considerada la de más calidad dentro de este indicador. Calcula que le cuesta 6,20 euros producir un kilo de esta carne, pero lo vende a 5.40. “Tienes que subsistir. No tienes escapatoria”, lamenta. Aunque la situación viene de antiguo, la tormenta perfecta llegó con la invasión de Ucrania. La Asociación Agraria de Galicia (Asaga), calcula que, desde entonces, los costes de producción se han disparado un 30%, empujados principalmente por el encarecimiento de la energía y por la carencia de materias primas (muchas procedían de Ucrania).

Los escuálidos (o inexistentes) márgenes de beneficio son un problema común a todo el sector. Hace solo unos días, la Consellería do Medio Rural presentaba un informe sobre la Ternera Gallega Suprema elaborado por la Xunta, en colaboración con la Fundación Juana de Vega. El documento estimaba precisamente que “el precio mínimo estimado para cubrir el coste de producción en este ámbito es de 6,20 euros/kilo canal y los precios percibidos actualmente por productores de Ternera Gallega Suprema oscilan entre los 5,10 y los 5,20 euros/kilo canal”.

“La ley no se cumple”

El pasado diciembre entró en vigor la nueva actualización de la Ley de la Cadena Alimentaria, que prevé que ningún eslabón de dicha cadena puede pagar por un producto un precio inferior a los costes de producción que asumió el eslabón anterior (en otras palabras, que ningún actor pierda dinero por hacer su trabajo). Sin embargo, “la ley no se cumple”. Lo cuenta a este diario el presidente de Asaga, Francisco Bello. El motivo es que “no hay una herramienta homologada para calcular cuáles son esos costes” que siempre se tienen que pagar. Bello pone como ejemplo que una empresa puede presentar un estudio que dice que producir un kilo de pollo cuesta un euro y pagar 1,10 porque dicha cantidad, según la empresa, ya cubre los gastos que asumió el productor.

Es por ello que desde Asaga defienden la creación de un organismo independiente que, de manera realista, calcule cuáles son los costes de producción en la cadena alimentaria. Además, consideran que la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) debería velar por que se cumplan las condiciones que contempla la ley y, de hecho, exigen que haya una agencia que asuma dichas competencias, pero de carácter autonómico (la AICA es de ámbito estatal), para hacer las revisiones pertinentes.

Lo que no se plantea de momento la asociación es presentar una denuncia ante la AICA. “Nosotros no somos de los que van denunciando todo para resolver los problemas del sector y, además, para poner una denuncia hacen falta pruebas, facturas... y no estimaciones”, cuenta Bello. Denunciar en estos momentos, en definitiva, “es un brindis al sol”, asegura.

Eso sí, no todos los ganaderos están perdiendo dinero en sus explotaciones. Por ejemplo, José Luis Vázquez, de la cooperativa Verín Biocoop, es ganadero extensivo de vacuno de distintas “razas autóctonas” de Galicia: de la vianesa a la caldelana, pasando por la frieiresa, entre otras. La carne de sus vacas no se vende con el distintivo de Ternera Gallega, sino con el sello ecológico. Él sí ve números verdes en su libro de contabilidad. Calcula que el coste de un kilo de carne está “un poco por debajo de los cinco euros” y él vende “siempre por encima de cinco; en el caso de las de mejor calidad, a 5,50 más IVA”.

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