Conseguir una fábrica de baterías en España fue uno de los primeros compromisos de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, a su llegada al Gobierno. Cuatro años después, con la ayuda de los fondos Next Generation cuenta con dos proyectos, aunque ninguno en Galicia, región que a su juicio sí puede tener un papel relevante con el Perte de los microchips. En Vigo se aspira a levantar una factoría de circuitos fotónicos, impulsada por Zona Franca, Concello y Deputación.

–Acciona y Envision anunciaron el viernes la instalación de una fábrica de baterías en Extremadura. ¿Estuvo el Gobierno implicado en este proyecto?

–A Acciona y Envision los pusimos en contacto cuando vimos que Envision tenía interés por invertir en España. Para nosotros era muy importante tener un partner español en todos los proyectos. Tenemos no solo al grupo Volkswagen, que anunció la primera gigafactoría, sino que tendremos una segunda gigafactoría en Navalmoral de la Mata (Extremadura). Esto demuestra que España tenía la capacidad de hacerlo y solo había que encontrar los instrumentos financieros y a los actores.

–Acaba de finalizar la convocatoria de proyectos para el Perte del coche eléctrico. ¿Cuántas compañías se han presentado?

–Esta semana conocíamos la incorporación del grupo Renault también al Perte, Mercedes, Stellantis… e incluso Irizar, con el futuro hub que se va a situar en la Zona Franca de Barcelona. En total se han presentado 13 proyectos tractores, de 13 agrupaciones, con un presupuesto a ejecutar de 5.927 millones de euros. El proceso se resolverá antes de que termine el año.

–Galicia se ha quedado sin fábrica de baterías, como Catalunya en el caso del proyecto de Volkswagen, que se fue para Sagunto.

–La localización de la fábrica de baterías es un tema en el que no hemos influido. Hemos acompañado a las compañías para elegir las mejores ubicaciones. Más que hablar de perdedores, yo hablaría de ganadores. El reto era que Extremadura tuviera un proyecto industrial porque estaba desconectándose un poco de la industria. Ganan todas las comunidades autónomas y gana el sector porque nos situaremos a la vanguardia de todo este cambio. Ganamos todos, aunque yo pondría a Extremadura como uno de los grandes ganadores de este Perte.

–¿Qué ha cambiado? Había mucha reticencia social a la extracción de litio de la mina de Cáceres.

–Había reticencias, no a extracción, sino a que solo hubiese extracción. Ahora hablamos de una cadena de valor que se va a crear en Extremadura. Que haya un desarrollo de capacidades industriales cambia por completo el paradigma. Solo la fábrica de baterías son 3.000 empleos y, por lo tanto, la recepción de la sociedad extremeña espero que sea positiva.

–¿Entonces serán solo dos las fábricas de baterías en España?

–Dos es un éxito. Con haber conseguido la primera ya estaríamos todos satisfechos.

–El presidente Sánchez ha ido a Davos a buscar inversores para el Perte de los microchips. ¿Los ha encontrado?

–Es mucha la ambición, pero pocos los actores porque apenas hay tres fabricantes de semiconductores de menos de 5 nanómetros. No partimos de cero. De hecho, Intel ya anunció que iba a hacer una primera inversión de 200 millones de euros en el supercomputador de Barcelona. Tenemos once proyectos que está evaluando la Comisión Europea en el ámbito del proyecto europeo de microelectrónica. El más ambicioso es el de Barcelona, el del Centro Nacional de Supercomputación. Las reuniones de Davos fueron muy constructivas. Estuvo Intel, Cisco, Qualcom, con quien establecí contacto en Washington, y Sánchez se reunió con su CEO en Davos. Creemos que uno de los ecosistemas que se pueden generar en torno al Perte chip puede estar en Galicia. Otro claramente va a estar en Catalunya y otro en Málaga. Puede haber más, pero al menos esos tres clústeres los hemos identificado como punto de partida para empezar a trabajar ya con mayor escala.

–¿Qué expectativas tienen de llegada de turistas este verano?

–Creo que vamos a recuperar los niveles prepandemia mes a mes. Otra cosa es el cierre del año, creo que en gasto sí estaremos en niveles de prepandemia, pero en volumen tendremos que esperar a 2023.

–¿Y en julio y agosto recuperaremos ya a todos los turistas?

–Yo me iría más a otoño. Como pasó el año pasado, estamos alargando la temporada de verano con los meses de octubre y noviembre. Pero tenemos que ser prudentes. Estamos todavía en un contexto de guerra, con la inflación como un elemento que puede restar competitividad y reducir el número de días que uno viaja.

–¿Por qué no hay un Perte para el turismo?

–Hay un Perte para el turismo. Es verdad que no lo hemos llamado así, sino Plan de Competitividad y Modernización del sector turístico, 3.400 millones de euros, pero es la cuarta inversión más importante del plan de recuperación.