El grupo McDonald’s ha anunciado que ha llegado a un acuerdo para vender su negocio en Rusia al empresario y socio de la franquicia Alexandr Govor, lo que permitirá conservar los 850 restaurantes que hay en el país y decenas de miles de puestos de trabajo. “Según las condiciones del acuerdo, el señor Govor adquiere toda la cartera de restaurantes de la cadena y la va a desarrollar bajo una nueva marca”, ha señalado McDonald’s en un comunicado, que destaca que el empresario ruso es socio desde 2015 y que en Siberia operan 25 franquicias abiertas por él.

El acuerdo exige aún precisar determinadas condiciones, incluida su autorización por las autoridades reguladores, y se espera que los últimos detalles queden cerrados en las “próximas semanas”. “El contrato de compraventa contempla la preservación al menos durante dos años de los puestos de trabajo en condiciones equivalentes de todos los empleados”, subraya McDonald’s.

La salida de la compañía de Rusia tiene un gran peso simbólico y económico. La cadena de comida rápida fue una de las primeras marcas occidentales en establecerse cuando abrió una sucursal en Moscú en 1990, justo antes de la caída de la Unión Soviética y poco después de que fuera demolido el muro de Berlín, por lo que se constituyó en todo un símbolo del fin de la Guerra Fría.