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La nueva Vulcano arranca con doble pedido y retoma el mercado pesquero tras 22 años

La antigua filial chilena de Pescanova sustituirá el “Cabo de Hornos” por otro arrastrero de 80 metros | Juan Moreno: “En un mes queremos tener hasta 50 empleados en el astillero”

Desde la izq., Francisco Puente, Antonio Moreda y Juan Moreno. | ALBA VILLAR

Cuando Pescanova SA perdió su filial chilena no solo dijo adiós a sus dos únicas productoras de salmónidos –Acuinova y Nova Austral–, sino también a una gran flota arrastrera y de palangre. Tan extensa (nueve barcos) como vetusta, con unidades construidas en 1969 o en 1973. Algunas han pasado a mejor vida: el Diego Ramírez (ex Congelador Mar Dos) fue a desguace, el Magallanes III quedó abandonado tras una mala maniobra y el Ila (ahora Río Solís III) fue íntegramente reformado por la armadora Moradiña para operar bajo pabellón uruguayo. Pero todavía sobreviven algunos de aquellos pesqueros, bajo la propiedad de una compañía que ha decidido recuperar la marca Pesca Chile. Uno de ellos es el Cabo de Hornos (antiguo Arosa Diez), construido por Navantia en Cartagena a mediados de los setenta y de 80 metros de eslora. Y para Pesca Chile es el barco que anunció ayer Astilleros San Enrique, que asegura haber contratado por 35 millones de euros. Tendrá, también, 80 metros de eslora. La compañía que dirige Juan Moreno Portillo, dueña de la antigua unidad productiva de Factorías Vulcano, devuelve a Teis el mercado de los pesqueros 22 años después de la entrega del megaarrastrero Maartje Theadora.

Pero bajo la manga de este astillero, filial del grupo Marina Meridional, no solo hay un as. Según apuntó a FARO su consejero delegado, existe un segundo pedido, ya en vigor, del que optó por no aportar detalles. “Arrancamos con trabajo, un mes después de haber recibido la adjudicación de la concesión, lo cual evidencia un cambio de signo”. A día de hoy, y tras haber prescindido de dos trabajadores, la plantilla de San Enrique es limitada, centrada en tareas de mantenimiento. Cuenta en sus filas con el ex responsable comercial de Metalships & Docks, Ángel Valhondo, también con el cometido de captar carga de trabajo. De acuerdo a Moreno Portillo, la intención de la empresa es de contar con “entre 40 y 50 trabajadores” en el plazo de un mes, para lo que ha comenzado ya un “proceso de selección”. Parte de este nuevo equipo procederá de la desaparecida Vulcano. El músculo en mano de obra lo aportará, no obstante, “la potente industria auxiliar de Vigo. Ya hemos cerrado dos contratos con empresas”, abundó.

Pretende cerrar este verano un contrato de dragas para Bangladesh

Marina Meridional es propietaria también de Nuevo Astilleros de Huelva. Intentó hacerse, en los procesos de liquidación, con las instalaciones de Construcciones Navales del Norte (La Naval de Sestao) y de Hijos de J. Barreras. Para este último proceso, cuyo proyecto fue descartado por la administración concursal, presentó documentación de acuerdos en negociación con la ingeniería rusa Brisk –y su consejero delegado, Anton Pokhmelnykh–, para un buque factoría de 73,6 metros de eslora. También con el Ministerio de Recursos Hídricos de Bangladesh, para la construcción de doce dragas. En este documento, anticipaba conversaciones con Banco Santander y el organismo semipúblico Cesce.

El equipo de Moreno Portillo pretende simultanear este último encargo múltiple –apunta que se firmaría este verano– entre las instalaciones de Huelva y las de Teis. San Enrique se ha comprometido con la Autoridad Portuaria de Vigo a facturar 10 millones de euros en sus instalaciones los primeros dos años, aumentándolo durante los siguientes, para llegar en el 2036 a un volumen de 14,6 millones de euros de ventas.

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