Veinticuatro horas tardó el presidente de Astilleros Gondán, Álvaro Platero, en remitir al juzgado una respuesta al informe de los administradores concursales, en el que se decantaron sin ambages por la oferta de Armón. El directivo, en 27 páginas, reprobó con dureza el contenido de esa valoración, aunque no le sirvió para convencer a la jueza Amelia Pérez. “El informe no realiza una valoración precisa ni rigurosa de las ofertas presentadas, sino erróneamente sesgada a favor de uno de los ofertantes, probablemente como consecuencia de la falta de imparcialidad de los asesores de Barreras (Kroll)”, dice el escrito de Platero. Kroll fue la gestora contratada por la propiedad del astillero, Oaktree (a través de la marca Ritz-Carlton Yacht), para liquidar la compañía y buscar comprador para la unidad productiva.
A juicio de Gondán, el hecho de que la propuesta de Armón se trate de una sucesión de empresa invalida cualquier opción de prescindir de trabajadores. “Cualquier despido colectivo realizado como consecuencia de dicha transmisión debería ser considerado nulo por haberse realizado en fraude de ley”, apunta. En todo caso, cifra el importe del ERE parcial de extinción, para un centenar de operarios, en 8,5 millones de euros. Además, añade que su propuesta para el desmantelamiento de los cascos de Havila es más satisfactoria para los intereses de los acreedores, ya que la chatarra se podría vender por tres veces más dinero de los 500.000 euros que ha comprometido Armón. “Resulta difícil de entender que la administración concursal valore de manera más positiva la implementación de un plan de inversiones de entre 4 y 6 millones de euros y en un plazo de hasta 15 meses que el plan de Gondán, de 8 millones y que se desarrollará de manera inmediata”. La adjudicación a Armón de la unidad productiva de Barreras no admite recurso.
UGT apunta a Ritz contra el centenar de despidos
Parte de la plantilla de Hijos de J. Barreras volvió a movilizarse ayer frente al astillero, convocados por el sindicato UGT, para condenar el despido de un centenar de trabajadores, previsto en la oferta ganadora de Armón. Los trabajadores sacaron a la calle carteles de la propiedad, Ritz-Carlton Yacht, rotulada con las palabras “mafiosos” o “ladrones”.
