Astilleros Armón copa el mercado naval español con nuevos pedidos por valor de más de 150 millones. A falta de hacerse con las instalaciones de Hijos de J. Barreras, tras la adjudicación por parte de la administración concursal esta misma semana, el grupo asturiano acumula el grueso de la contratación que llega al país y que reparte entre las cinco atarazanas de las que dispone en la actualidad, una de ellas en Vigo. El último balance realizado por el Ministerio de Industria así lo demuestra: de los 11 nuevos contratos que firmaron y pusieron en vigor las factorías españolas durante el primer trimestre del año, diez corresponden a Armón y uno a Astilleros Gondán, el otro gran aspirante a hacerse con Barreras. Y entre ellos, solo figura uno en Galicia: el buque de investigación de ámbito global para el Instituto Español de Oceanografía (IEO) adjudicado a la filial viguesa del grupo que preside Laudelino Alperi. Se trata del peor arranque de año para el naval gallego desde 2015.
La decisión de Tahice Legal, administradores de Barreras, de entregar a Armón las instalaciones –previo pago de 14,2 millones de euros y el despido de un centenar de trabajadores– alumbrará a un gigante del sector tanto en el país como en Europa. Aglutinará, como publicó ayer este periódico, más de 300.000 metros cuadrados de instalaciones industriales que necesitarán carga de trabajo.
Sin embargo, a falta de hacerse con el que es el astillero privado más grande de España (con 60.000 metros cuadrados en Beiramar), Armón ya copa de forma holgada el mercado español. De acuerdo al balance del Ministerio revelado ayer, la cartera de pedidos del grupo asturiano representaba hasta marzo el 43% de todo el sector en el país: de los 51 encargos en activo durante el primer trimestre, Armón aglutina 22, lo que equivale a un total de 72.266 CGT (compensated gross tonnage, cantidad de trabajo que requiere la construcción de un buque) de los 316.283 de todo el país. Un listado por cierto, en el que sigue figurando el ferri firmado por Barreras para Naviera Armas (de 36.868 CGT), del que no se llegó a construir ni un bloque.
En cuanto a los nuevos contratos, Armón firmó diez de los 11 de todo el sector español, entre ellos el único que figura en Galicia. Se trata del buque para el IEO, que tendrá 8.578 CGT y que se empezará a construir en breve tras pasar por una fase de rediseño. Será la joya de la corona de los oceanográficos españoles y será un referente mundial.
El resto de los pedidos los firmó principalmente con su filial Auxiliar Naval del Principado, que hará cuatro patrulleras para el Gobierno: uno para Salvamento y cuatro para la Secretaría General de Pesca. A este le sigue Armón Gijón, con un pesquero para Islandia, y Armón Navia, donde radican tres contratos: un remolcador para la eslovena Adria-Tow, un pesquero para Canarias y el arrastrero argentino de 60 metros encargado por la armadora Red Chamber y que Tahice Legal reveló que se prevé construir en Barreras.
El otro contrato logrado en España es precisamente el del otro gran contendiente por hacerse con Barreras. Astilleros Gondán puso en vigor uno de los buques offshore firmados con su principal cliente, Edda Wind, de 11.157 CGT.
En lo que respecta a los astilleros gallegos, la cartera de pedidos es de 12 unidades, aunque en este caso el protagonismo se lo lleva Freire Shipyard con cuatro: dos oceanográficos (para Abu Dhabi y para EE UU) y dos megayates (el de 111 metros y el de 105, por empezar). Le sigue Armón Vigo (los oceanográficos del IEO e Irlanda, así como un catamarán de Naviera Mar de Ons), Cardama (el remolcador de Senegal, ahora reactivado, y la patrullera en venta), Nodosa (el portacontenedores para Groenlandia y la draga de Canlemar) y Barreras (el ferri de Armas).
No figuran los pedidos conocidos en Armón Vigo hace poco (los oceanográficos para Islandia y Nueva Zelanda) o los de otros más pequeños como Montajes Cancelas o Aister.
Movilizaciones
Aunque todavía falta que la jueza del Mercantil se pronuncie sobre la adjudicación de Barreras a Armón, la resolución de Tahice Legal sigue generando amplio rechazo en la plantilla. Ayer se celebró una asamblea general en las instalaciones del astillero a la que acudieron incluso trabajadores desplazados todavía en Santander (para trabajar en el Evrima) y que no están en ERTE. Los trabajadores decidieron llevar a cabo movilizaciones, siendo la primera convocada para el próximo lunes en el astillero.
Sin embargo, ayer ya se dio la primera protesta. Alguien sin identificar atravesó un vehículo para el transporte de grandes tonelajes en medio de la avenida de Beiramar, provocando un gran atasco. En la ventanilla, un cartel: “Vuelvo en cinco minutos”, con el número de teléfono del administrador único de Barreras, David Martínez Alonso.
