Galicia volvió a pisar las calles nuevamente. Lo hizo durante la jornada de ayer con una gran afluencia en más de veinticinco localizaciones de toda la comunidad, donde Vigo tuvo un papel protagonista. Tras dos años de movilizaciones limitadas a causa de la pandemia, la ciudad que fue referente de la lucha obrera a nivel estatal durante los últimos latigazos de la Dictadura, se vio la cara de nuevo con su pasado sindical durante el Primeiro de Maio. Lo hizo, además, en un año con una significación singular. Este septiembre se cumple medio siglo desde las movilizaciones de 1972. Entonces, y durante quince días, Vigo se paralizó y decenas de miles de trabajadoras y trabajadores se jugaron el empleo y la vida para exigir unas condiciones laborales dignas. En el día de ayer no faltaron las referencias a aquella época de un sindicalismo de clase fuerte e influyente.
Aquellos logros que se llevaron también alguna vida configuraron muchos de los fundamentos sobre los que hoy se sostienen las relaciones laborales. Jornadas de ocho horas, permisos de maternidad, vacaciones pagadas... Un sinfín de derechos que en ningún caso fueron ofrecidos por las diferentes patronales sectoriales, sino que fueron conquistados por la clase obrera organizada. Así lo explicaba Pepe Núñez, activista jubilado, mientras sostenía una pancarta en la manifestación del Día Internacional de los Trabajadores en Vigo: “Debemos manter tódalas conquistas que se lograron naquela altura. Por iso estamos aquí, por todos os que loitaron e tamén polos que quedaron no camiño”. Junto a otros compañeros, Núñez marchó ayer en la manifestación convocada conjuntamente por Comisiones y UGT. Presidida por una banda de gaitas y el ya mítico autobús rojo de dos plantas, también estuvieron presentes representantes políticos de todas las fuerzas de izquierdas como el alcalde de Vigo, Abel Caballero o la presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva.
“Temos que loitar por manter todas as conquistas do pasado”
Todas las personas entrevistadas por FARO durante la marcha señalan la subida del salario acorde a la disparada inflacción como reivindicación principal de este Primeiro de Maio: “As subidas salariais son o único xeito que temos os traballadores de conter esta inflación desbocada. Non pode ser que esta crise volvamos pagala os mesmos”, argumenta Rosa María Acuña, afiliada de UGT.
“A subida salarial é a única vía para que os traballadores resistan”
Con media hora de diferencia y unos cuantos cientos de metros de distancia, arrancaba la manifestación nacional convocada por el principal sindicato gallego, la CIG, junto a otros colectivos de corte nacionalista. La líder de la oposición del Parlamento de Galicia y del BNG, Ana Pontón, escogió la ciudad más grande de Galicia para la reivindicación sindical: “Vigo sempre foi o epicentro galego das reivindicacións do Primeiro de Maio coa súa historia sindical. Hoxe debémolo poñer en valor e mobilizarnos para reclamar máis industria e máis emprego”. Según fuentes policiales, la convocatoria de CC OO y UGT reunió a 3.000 personas mientras la de la CIG congregaba a 2.500 y CUT a 300, aunque la CIG ha mostrado su disconformidad con los datos policiales.
Tanto en la movilización aupada por la CIG, como en la de CC OO y UGT, se reclamaron decenas de mejoras para los convenios colectivos sectoriales, de la empresa privada así como de las concesionarias con presencia en la comarca.
“É inadmisible que paguemos nós unha inflación do 10%”
Según los datos del Ministerio de Trabajo, durante el primer trimestre de 2022, en Galicia se han firmado 123 convenios colectivos. Unas modificaciones del mercado de trabajo que afectan, por ahora, a un total de 124.534 trabajadores. Sin embargo, aunque los sindicatos han apremiado estas negociaciones, la subida salarial media de todos esos convenios apenas llega al 3,54%, una tercera parte de la inflación registrada en las últimas semanas en España.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aprovechó su discurso ayer en la manifestación estatal de CC OO y UGT para anunciar una medida ampliamente reclamada por los sindicatos de clase: la reforma del Estatuto de los Trabajadores.
Díaz ha anunciado que en “estos días” se constituirá una comisión de expertos para poner en marcha la “gran reforma del derecho laboral” y “en pocas semanas” se abordará con los agentes sociales una “ley de participación institucional” para “seguir mejorando la vida de la gente”.
Sobre la reforma del derecho laboral español que ha avanzado, el Estatuto de los Trabajadores “del siglo XXI”, indicó que con ella se busca “cambiar la realidad de arriba a abajo” frente “al viejo estatuto del siglo XX” que “tenía tintes autoritarios”. Respecto a la ley de participación institucional, destacó que responde al funcionamiento y la “buena herramienta” del diálogo social, el cual ha practicado en su labor como ministra de Trabajo con los sindicatos organizadores de la marcha.
