Hace más de un año ya que el cuello de botella de los microchips tras la desmesurada demanda para los productos de electrónica de consumo por la pandemia empezó a hacer mella en el ritmo habitual de la factoría de Stellantis en Vigo y sus responsable trabajan con la hipótesis de que la situación no mejorará a corto plazo. Todo lo contrario. La dirección de la planta trasladó este viernes al comité de empresa que es “bastante probable” que se puedan “intensificar” las paradas a partir de la segunda quincena de mayo y durante el mes de junio.

En el encuentro se abordó la organización de la producción para las próximas semanas, cuando la planta ensamblará ciertos modelos concretos para poder gestionar el mayor número de piezas disponibles y minimizar el impacto en la actividad de la plantilla.

A pesar de que el gigante automovilístico admite que los modelos ensamblados en Vigo “siguen teniendo buena acogida” en el mercado, las previsiones de actividad para los meses de mayo, junio y julio se enfrentan a las “dificultades” de aprovisionamiento de componentes se verán agravadas por la nueva ola de COVID-19 en el sudeste asiático, “con importantes bloqueos” en el puerto comercial de Shanghai. Stellantis Vigo estima en este momento un porcentaje de inactividad de alrededor del 30% de la producción en el mes de junio en los dos sistemas.

“De mantenerse esta previsión, se planificarán como mínimo paradas para el final del periodo de junio, encontrándose esta circunstancia pendiente de confirmación en todo caso con la mayor antelación posible”, añadió la compañía, que confirmó que el centro de Balaídos cerrará tres semanas en verano, desde el 26 de julio hasta el 15 de agosto.

La CIG, según la información recopilada por Europa Press, tachó de “hipócritas” a la dirección de Stellantis por pedir a Red Eléctrica de España que “de forma excepcional” conceda a la fábrica una estación de muy alta tensión porque sus consumos no llegan al mínimo establecido por ley. “Es curioso que, cuando se trata de solicitar ayudas públicas para sus beneficios particulares, nuestra dirección conozca el significado de excepcionalidad”, critica el sindicato, “y no cuando se trata de minimizar el impacto a los trabajadores” por las paradas.