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La permanente cuesta del 2022: cuánto pagabas y cuánto pagas en el supermercado, producto a producto

La luz, la gasolina, o el butano, pero también la leche, los huevos o el papel higiénico encarecen la vida de los gallegos

"No sé en que se me va el dinero", "compro lo mismo de siempre pero no llego a fin de mes", "ir al supermercado parece una actividad de lujo". Estas son solo algunas de las frases que se podrían escuchar en cualquier hogar medio de Galicia cuando se toca el tema económico. Y no se trata de una percepción. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ratificaba esta misma semana que la inflación anual en marzo se elevó hasta el 9,8%, tras un ascenso del 3% con respecto a febrero. Se trata del nivel más elevado desde mayo de 1985. Según los datos, el componente de vivienda, por el precio de la luz, es el que más ha subido, con una variación anual del 33,1%. A este le sigue el transporte, por el alza de las gasolinas y el gasóleo, con un 18,6% y los alimentos y bebidas no alcohólicas, con el 6,8%. 

Sin embargo, la sensación de que todos los bienes que entran de manera cotidiana en las listas de la compra de los gallegos se han encarecido, es también real. O al menos en su amplia mayoría. En esta ocasión, nos hemos propuesto bucear en los precios, producto a producto, para ver cuánto han subido y cuáles son aquellos productos que más abultan la cesta de la compra.

Para ello, se toma como referencia el precio medio por kilogramo -o en su defecto la unidad de medida que se detalla en el gráfico- en el mes de marzo del 2021 en base a los datos de consumo en hogares del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. A ese valor, se le aplica la variación anual publicada por el INE para el mes de marzo del 2022. Así queda el ticket de la compra de FARO.

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Del papel higiénico y las compresas a la ropa, el calzado o las comisiones bancarias

Pero no solo la alimentación se resiente. Bien conocido es el incremento que han experimentado la electricidad (107,8%), el gas natural y el gas ciudad (12,1%) o el butano (33%) con respecto al mismo mes del ano anterior, pero además, otros productos entendidos como de primera necesidad y de uso diario acumulan, en diferente proporción, alzas en sus precios. Por ejemplo, el papel higiénico, tan cotizado en todas las crisis, ya sea una pandemia, una guerra en Europa o un paro del transporte, ha subido casi un 3%, al igual que el resto de productos para el cuidado personal o los de aseo, categoría en la que se incluye el jabón de tocador, el gel de baño, champú, dentífricos, desodorantes o compresas y tampones.

Comprar ropa o calzado también es más caro (especialmente para niños y bebés) y se paga hasta un 10,6% más por tasas bancarias. También ir al dentistas o los productos farmacéuticos, desde medicamentos y complementos vitamínicos hasta anticonceptivos por vía oral.

Entonces, ¿algo se ha abaratado? Sí, pero sensiblemente. Las gafas y las lentillas (-0,5%), los vuelos nacionales e internacionales (-0,2% y -1,1% respectivamente) o los equipos de telefonía móvil (-3,2%).

En este comparador se muestran la variación anual de los principales bienes y servicios, ¿han cambiado tanto como creías?

Coche y otros transportes

Mención aparte merece todo lo relacionado con el transporte. Los viajes en tren se mantienen estables, en autobús han crecido un 0,3% y el taxi o los vehículos de alquiler un 1,6%. Pero el coche particular, más allá del precio de los combustibles, se lleva la palma y supone un desembolso significativamente mayor que en el 2021. Comprar un automóvil nuevo cuesta un 5,3% más, los repuestos para los coches +5,9% y los neumáticos han subido un 6,2%. Si añadimos el seguro, las pólizas para vehículos de motor se han encarecido un 2,5%.

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