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Un voto de confianza a medias entre la flota

Parte de la bajura vuelve al mar, pero existe recelo ante la promesa de Planas | El ministro agradece el levantamiento de una huelga que amenaza con seguir la próxima semana

Barcos de cerco saliendo ayer desde el puerto de O Berbés. | RICARDO GROBAS

La flota pesquera, principalmente la de bajura, volvió ayer a salir a faenar tras tres días de paro. La promesa lanzada el miércoles por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, fue suficiente para las cofradías, cuya ejecutiva nacional decidió por unanimidad dar un voto de confianza a la Administración hasta el próximo martes. Ese día, el Gobierno aprobará un Real Decreto para hacer frente al impacto económico que está dejando la guerra en Ucrania. En él, Planas aseguró que se habrá una batería de medidas para el sector pesquero entre las que estará “un apoyo para limitar el alcance de esos incrementos de precios sobre la cuenta de explotación” de la flota. Aunque las cofradías desconvocaron de forma oficial el paro, el mensaje del ministro no caló entre todos los integrantes de la flota, especialmente entre los pósitos de Pontevedra. Una parte desconfía de una ayuda de la que no saben nada y creen que no ha sido buena idea levantar el paro. Por este motivo, las cofradías gallegas se reúnen mañana para decidir qué medidas tomar y ayer muchos barcos siguieron en tierra.

El muelle de la localidad de Redondela era uno de los que más parado estaba ayer por la mañana. Solo algunos habían salido a por choco, en plena campaña, mientras otros permanecían amarrados en el pantalán. “Yo no sé qué decidieron, porque la verdad es que no sé sabe”, lamentaba nada más llegar a puerto Berto Pereira. El naseiro de 42 años, que regresó en su planeadora y dos cubos llenos del cefalópodo, cree que el paro debería haber continuado. “No veo bien que se levante una huelga sin saber qué se va a hacer”, apuntaba en relación a la promesa de Planas.

Lo mismo opinaba Felipe Graña mientras preparaba su barco de artes menores, el Daneta. “¿De qué valió hacer la huelga? De nada. Me parece vergonzoso”, explicó el redondelano, que estuvo presente en las numerosas protestas que se realizaron el miércoles en Bueu y en Arcade (Soutomaior). En su caso mantendrá el paro hasta al menos la semana que viene, a la espera de las medidas adoptadas por España. “A veces parece que no somos marineros, que somos políticos. No entiendo eso del voto de confianza”, recalcaba.

Berto Pereira, con dos cubos de choco en Redondela. | A. A.

Una situación parecida se vivía más hacia fuera de la ría, tanto en Vigo como en Cangas. Si bien la presencia de la bajura en la ciudad olívica es baja, la de los barcos de cerco –fue la primera en amarrar por los altos precios del gasoil– es más relevante. “No entiendo nada, la huelga creo que tenía que seguir, ¿qué más da ir hoy al mar o esperar unos días más? No hay nada concreto”, explicaba por su parte el armador y patrón José Manuel Saavedra.

Su barco, el Colomba Tercero, es uno de los que ayer salieron por primera vez en lo que va de año para intentar generar algún ingreso. “Nos comunicaron desde Madrid [en relación a lo trasladado por la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, la FNCP] que se desconvocaba, pero no lo entendimos muy bien”, reconoció. “Todo son promesas, pero de momento no hay nada firmado”, opinaba por su parte Ladi, del buque Tribal, que se preparaba en O Berbés para salir hacia el Cantábrico el fin de semana. “Igual llegamos a País Vasco, no se acepta nada y tenemos que parar allí”, avisaba.

Felipe Graña, frente a su barco ayer en Redondela. A. A.

En las otras rías la situación era similar. En Bueu, la cofradía decidió parar por completo, en oposición a la Federación Nacional, mientras que en Cangas y Moaña trabajaron, aunque con paros individuales. Y en Arousa, patrones mayores como los de O Grove, A Illa o Cambados mostraron su oposición al levantamiento de la huelga, aunque la flota regresó al mar.

Junta

La sensación que tiene el sector en la provincia es que las explicaciones de Planas no fueron suficientes, menos aún un mes después del inicio de la guerra en Ucrania y, por lo tanto, de la escalada de precios. “Pontevedra es un polvorín”, apuntaban fuentes del sector. “Hay un cabreo lógico entre la gente”, explicaba el presidente de la federación provincial, José Manuel Rosas, “todo el mundo esperaba más”.

El también patrón mayor del pósito de Bueu reconoció que las propuestas del Ministerio “no clarificaron demasiado”. “Se esperaba que se diese una idea de hasta dónde llegarían las ayudas, que tiene que ser directas”, insistió Rosas, que cree que habría que establecer un techo para el precio del gasoil y no tanto un descuento como hicieron otros países, como Francia (que bonifica 35 céntimos el litro para su flota). “De momento no nos dieron nada”, reconocía también el presidente de la Federación Galega de Confrarías, José Antonio Pérez.

Los pescadores de Bueu, reunidos en asamblea. | // SANTOS ÁLVAREZ

Por estas diferencias, los pósitos de la comunidad convocaron una junta general que se celebrará mañana por la mañana. En ella está previsto que se debata a nivel gallego la reunión con Planas del miércoles y se elaborará una “hoja de ruta” para llevar a cabo en función de lo que se apruebe el martes. Allí acudirá el presidente de la Federación Nacional, el gallego Basilio Otero, que se defendió de las críticas vertidas sobre todo en redes sociales. “La decisión de la ejecutiva de dar un voto de confianza al Gobierno fue por unanimidad”, recordó, y añadió: “Si no se levantase el paro también habría críticas”.

Otero, que comentó que las medidas “no están cuantificadas” y que Planas no les transmitió “absolutamente nada” sobre los apoyos para el precio del combustible, cree que ha habido avances desde la reunión de la semana anterior con la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz. “El ministro nos puso cinco puntos encima de la mesa; Villauriz solo nos dio la opción del artículo 26 del Fondo europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa)”, apuntó el presidente de la FNCP.

Sea como sea, la postura de Pontevedra y de otros puntos de Galicia se reproduce también en otras zonas de España y pese a que Planas agradeció “la decisión de desconvocar el amarre”, lo que considera una “muestra de buena disposición”.

Así, por ejemplo, la flota de unos 200 barcos agrupada en la Asociación de Organizaciones de Productores Pesqueros del Cantábrico (formada por Opegui, Opescaya, Opacan y la gallega Acerga), mantendrá el amarre al menos hasta el lunes. “Existe un riesgo de perder las campañas de anchoa y caballa porque es ahora cuando está ese pescado en nuestras costas”, reconocía la gerente de Opegui (Organización de Productores de Guipuzkoa), Miren Garmendia.

Marineros del cerco, preparando el barco para salir. Ricardo Grobas

Y si los paros seguían en parte en el Cantábrico, lo mismo sucedía en otros puntos de la península. En Andalucía, la flota “en su inmensa mayoría” va a permanecer amarrada a puerto por el “continuo aumento de los costes, entre ellos muy especialmente el combustible”, según la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores y la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras.

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