La tarde de este miércoles, en vísperas del decisivo Consejo Europeo que ha de tomar medidas que habiliten a los Gobiernos para controlar los desbocados precios de la luz y de los carburantes, fue la elegida por los sindicatos y otras organizaciones sociales para salir a las calles bajo el lema “Contener los precios, proteger el empleo, frenar el deterioro de nuestras condiciones de vida”. El objetivo: presionar al Ejecutivo para que pelee en Bruselas por un paquete de medidas que proteja “a la población más vulnerable, la que no llega a fin de mes o lo hace con dificultades”, según el manifiesto de los convocantes, que pide a ambas instancias que "actúen de forma contundente".

Las protestas (la mayoría concentraciones, y algunas manifestaciones) estaban previstas en 58 ciudades españolas. En Madrid, a pesar de que el cielo amenazaba lluvia -finalmente, sólo chispeó- y a que se trataba de un día laborable, miles de personas se sumaron a la marcha entre las plazas de Atocha y Jacinto Benavente (CCOO calcula la asistencia entre 4.000 y 5.000 personas). A la cabeza, los líderes de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, los de las UPTA y UATAE, Eduardo Abad y María José Landaburu, y representantes de las otras dos organizaciones convocantes: la vecinal CEAV y la de consumidores Facua.

Unas 5.000 personas piden al Gobierno que frene la subida de precios.

Desde los sindicatos interpelaban tanto a Europa (el reto del Consejo Europeo es “similar que al que se enfrentó cuando tuvo que decidir si se ponían en pie los fondos de recuperación por la pandemia”, en palabras de Unai Sordo), como al Gobierno de Pedro Sánchez: “El Ejecutivo tiene que tomar medidas de regulación de precios; hay que acabar con esta situación en la que algunos se están forrando con la guerra de Ucrania: las eléctricas, y los que han multiplicado los precios de productos de primera necesidad sin más fundamento que el acaparamiento y la especulación; mientras, las familias se quedan por el camino”, afirmaba Pepe Álvarez.

Los líderes sindicales también se dirigían a la patronal, con la que negocian desde hace semanas un acuerdo de salarios: “necesitamos que los sueldos no pierdan poder adquisitivo, y por eso es necesario un pacto que dé tranquilidad al país en el que las familias mantengan su nivel de vida”, advertía Álvarez; “para que haya acuerdo con los empresarios, tiene que haber cláusulas de revisión salarial que garanticen el poder adquisitivo en los dos o tres próximos años”, añadía Sordo.

Los representantes de los sindicatos en la cabecera de la manifestación. JOSÉ LUIS ROCA

Preguntados por los paros del transporte, los sindicatos expresaron su deseo de que se alcance un acuerdo que permita la desconvocatoria en la nueva reunión que se celebrará este jueves entre el Ejecutivo y las patronales del transporte. “Sería deseable [un pacto que permitiese el fin de la protesta], y el Gobierno tiene que poner encima de la mesa todos los elementos de los que disponga para lograrlo. Esto ya no puede esperar más, los transportistas tienen que ser conscientes de que el país no puede aguantar en la situación en la que estamos, y la suma de ambos factores debería llevar a un acuerdo”, afirmaba Álvarez.

A la concentración de la capital se sumaron los líderes de algunos partidos políticos, como Íñigo Errejón (Más País), Mónica García (Más Madrid) y Enrique Santiago (Izquierda Unida).