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Sin carnada para los pesqueros de palangre

El cese de operaciones del cerco deja los frigoríficos de fresco sin caballa, esencial para la flota espadera | Hay pequeñas descargas “a escondidas” para sortear a los piquetes

Flota de cerco, amarrada en el puerto de Vigo. Izquierda, pescado a la basura en la lonja de A Coruña. Marta G. Brea / M. Dylan

Frigomar, asentada en Burela, es una de las principales empresas de la Asociación de Frigoríficos de Pesca Extractiva (Afripex). Conforman una red que ha quedado expuesta, en primera línea, a las consecuencias tanto de la escala inflacionaria de la energía –son consumidoras netas de electricidad– como de los paros en el transporte. “Ahora mismo estaríamos en plena campaña de la caballa, con esto tiramos todo el año”, expone su gerente, Marcos Salgueiro. Además de para consumo humano y para conserva, la pesca de caballa es capital para alimentar a la flota: es la carnada de la flota palangrera. “No van a poder ir a faenar”. Y así lo corroboran armadores consultados por FARO. “Lo compraremos fuera, aquí no hay”.

Pescado a la basura, en la lonja de A Coruña. / M. DYLAN

En condiciones normales, agrega el responsable de Frigomar, “teníamos que estar moviendo entre 70 y 80 camiones”. Pero no se mueve nada. Salgueiro sí ha conseguido un transportista, que ha “decidido arriesgar un camión, porque también lo necesita”. En un contexto de huelga, cualquier daño en los vehículos no está cubierto por el seguro. “Esta campaña es estacional, no la podemos recuperar en unas semanas o meses. La caballa pasa por nuestra costa y no vuelve”. Los volúmenes de capturas –es una pesca que mueve unos 50 millones anuales– no permiten trabajar si no hay grandes camiones, aunque hay comercializadoras que están trabajando “a escondidas”, incluso con vehículos particulares, para eludir la acción de los piquetes. “Los barcos quieren faenar, y nosotros trabajar. Pero no nos dejan”.

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