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Barreras lanza un arbitraje contra Armas y rechaza devolverle los 28 millones del ferri

El barco, del que nunca se cortó la chapa, tenía que haberse entregado en abril de 2021 | El astillero asegura que Havila incumplió un desembolso de 10 millones por los cruceros

Imagen mostrada en la web de Hijos de J. Barreras del ferri de 191 metros de eslora para Naviera Armas HJB

Con 191 metros de eslora y 36.868 CGT (toneladas de arqueo bruto compensado), la construcción 1708 de Hijos de J. Barreras iba a ser la de mayor envergadura asumida nunca por el naval de Vigo. Un ferri para Naviera Armas, cliente histórico del astillero, contratado a través de la sociedad Afortunadas Shipping (Malta). La armadora pagó, en el último trimestre de 2018, 28 millones de euros por el primer hito. Corrían buenos tiempos para la empresa presidida entonces por José García Costas. Con un crucero de ultralujo en marcha, para The Ritz-Carlton Yacht Collection, proyectaba colmar las instalaciones con tres buques más: este ferri y dos cruceros –de rutas marítimas regulares– para la noruega Havila Kystruten. Todos estaban firmados, pero no terminó ninguno de los cuatro encargos. Ahora, con Barreras en concurso de acreedores y camino de la liquidación, la sociedad rechaza devolver a Armas los 28 millones que abonó por un buque que nunca recibió.

Recreación del ferri HJB

El ferri tenía que haberse entregado en abril del año pasado. El astillero nunca realizó trabajos de aceros, por eso los más de dos millones de euros que adeuda Barreras a las proveedoras de este contrato son de tareas de ingeniería, motores o estabilizadores. Armas ya ha reclamado la ejecución de las garantías a la aseguradora Barents Re para recuperar los 28 millones de euros que adelantó. Pero el astillero, ya bajo el control de la consultora Kroll, presentó en noviembre una demanda en la corte de arbitraje de la Cámara de Comercio de Madrid. En ella, ha solicitado la “declaración de terminación anticipada por mutuo disenso” entre las partes, a pesar de que, en este caso –contrariamente a lo sucedido con Havila–, no hubo problemas en la construcción. Nunca se empezó. Barreras también ha pedido que se declare improcedente “del reembolso del pago correspondiente al primer hito”, y de que Afortunadas Shipping (Naviera Armas) corra con los gastos del arbitraje. La designación del árbitro para este proceso se comunicó el pasado 7 de enero, como consta en uno de los escritos remitido por Hijos de J. Barreras al Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, y firmados por el abogado Blas González.

Havila

El litigio con Havila Kystruten es distinto, aunque el astillero reclama esencialmente lo mismo: no devolver los pagos abonados por su cliente que, en este caso, ascienden a 36,8 millones de euros. Las diferencias entre ambas partes no se dirimirán ante un árbitro, sino en un alto tribunal londinense y en el mes de julio. Como desveló FARO, la naviera que preside Per Saevik no solo reclama esos casi 37 millones de euros, sino 10 millones adicionales por cada uno de los cruceros que tampoco recibió. Ahora bien, Barreras encaró no solo retrasos en pagos desde Noruega, sino que tuvo que lidiar con errores en el diseño de ambos buques. La oficina técnica era Havyard Design, del propio holding de Havila. Los barcos tenían más de 1.000 toneladas de sobrepeso, lo que elevaba de forma decisiva un calado que hubiese impedido su acceso a los puertos de la ruta Bergen- Kirkeness.

Como consta en el escrito remitido a la jueza Amelia Pérez, Barreras “solicita la declaración del derecho a hacer suyas las cantidades pagadas por Havila”, así como 10 millones de euros que, asegura, quedó a deber la armadora nórdica. Este importe coincide prácticamente con las deudas a las auxiliares adscritas a este doble encargo, de 9,58 millones de euros (a cierre de 2020). Solo Maessa (Grupo ACS), de aceros, tiene facturas sin cobrar por más de 1,5 millones.

El “Sea Cloud Spirit”, construido en Metalships, en el Puerto de Las Palmas Juan Castro

Prothero va a por más lujo... y somete al “Evrima” a nuevos cambios

The Yacht Portfolio es la marca con la que un grupo de inversores comandados por Douglas Prothero pretende armar una flota de buques de lujo para operarlos bajo la enseña de Marriott. No solo con el crucero que empezó en Hijos de J. Barreras –ha vuelto a retrasar, por sexta vez, su fecha de estreno–, sino con la compra de la naviera alemana Sea Cloud Cruises. Esta operación, en marcha, le dará la propiedad de tres cruceros a vela, uno de ellos construido en Vigo (Sea Cloud Spirit, en Metalships). Y la anunció justo después de haber dejado en quiebra al mayor astillero privado de España. Y, mientras el Evrima sigue en Santander, el canadiense traslada a la prensa especializada que sus planes por sacar al mercado viajes ultrapremium pueden ir más allá de la operación Sea Cloud. “Esta adquisición le da a Marriott International la oportunidad de ingresar a la industria de cruceros a través de sus otras marcas de lujo”. Además de Ritz-Carlton, Marriott opera con enseñas como Edition, The Luxury Collection o Bulgari Hotels.

Entretanto, en la construcción del Evrima se siguen produciendo cambios, en teoría a cinco meses de su viaje inaugural. “Se está modificando toda la ventilación del barco, cambiando conductos o modificando los que están ya instalados. Los cambios son continuos”, constatan desde una de las auxiliares que participan en los trabajos. La fecha de salida del Evrima, según consta en la escaleta del Puerto de Santander, sigue fijada para el 31 de marzo, pero la intención ahora es de realizar las pruebas oficiales de mar en junio. La única vez que Ritz trató de realizar estos test, ya en aguas cántabras, tuvo que ir remolcado.

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