Stellantis ha presentado su primer plan estratégico como compañía después de su nacimiento el año pasado tras la fusión del Grupo FCA y el Grupo PSA y culminar un gran año en lo económico. El plan, llamado Dare Forward 2030 tiene el objetivo, según Carlos Tavares, su consejero delegado, de “convertir la compañía en una firma tecnológica de movilidad sostenible”.

Dare Forward 2030 se marca unos objetivos con los que Stellantis quiere convertirse en el referente de la industria en la lucha contra el cambio climático, alcanzando la neutralidad de emisiones de toda la cadena de valor para 2038, empezando por una reducción de sus emisiones del 50% para 2030. Para ello, todas sus ventas en Europa y el 50% en Estados Unidos corresponderán a vehículos 100% eléctricos para 2030 alcanzando las cinco millones de unidades anuales vendidas de este tipo de vehículos ese mismo año. 

La compañía tendrá para entonces más de 75 coches 100% eléctricos a la venta distribuidos en sus 14 marcas, entre ellos el primer Jeep 100% eléctrico, anticipado por el mismo Tavares durante la presentación del plan Dare Forward, que llegará a mediados del año que viene, o el Ram 1500 BEV, que se lanzará al mercado en 2024. Del total, en Estados Unidos habrá como mínimo 25 modelos 100% eléctricos entre sus marcas, también de la firma Dodge. En Europa, todas las marcas, desde Citroën, hasta Peugeot, pasando por Alfa RomeoDS, Opel y Maserati, ofrecerán una gama totalmente electrificada a finales de esta década.

Stellantis también se marca el objetivo de liderar el mercado de vehículos comerciales, con el portfolio de productos “más eficiente”, con 26 nuevos modelos durante los próximos años, y con una gama de servicios especialmente desarrollados para sus clientes profesionales. De hecho, el plan estratégico también busca ser la referencia del sector en satisfacción del cliente, tanto de los compradores de coches como de los usuarios de sus servicios de movilidad. “Queremos que el cliente esté en el centro de todo lo que hacemos”, ha confirmado Tavares.

La economía circular también tendrá un gran peso en las operaciones de la compañía, buscando un enfoque de reciclaje de la mayor parte de sus productos posibles, buscando otras aplicaciones más allá de los vehículos cuando su vida útil termine. Stellantis anticipa que los ingresos procedentes de esta actividad superarán los 2.000 millones de euros para 2030.

Impulso eléctrico e hidrógeno

Como avanzó la compañía, estos objetivos en cuanto a la electrificación demandan una mayor inversión. En ese sentido, Tavares ha cifrado en 30.000 millones el esfuerzo que realizará Stellantis hasta 2025 en el desarrollo de coches eléctricos y sus componentes, incluida la batería. 

Según lo anunciado, la compañía ha incrementado su objetivo de producción de baterías, ya sea propia o a través de socios industriales, hasta los 400 GWh anuales para 2030, subiendo desde los 140 iniciales. Además, Tavares ha confirmado que dedicarán esfuerzos al desarrollo, junto a empresas como Factorial, de baterías de estado sólido, un componente clave para mejorar las prestaciones de los coches eléctricos y reducir su precio.

No solo eléctricos serán los coches cero emisiones de Stellantis, sino que la compañía también apostará por el hidrógeno y la tecnología de la pila de combustible, que usará en vehículos comerciales grandes a partir de 2024 y en camiones más tarde.

Objetivos económicos

Carlos Tavares asegura que Stellantis alcanzará el objetivo de generar un ahorro de 5.000 millones de euros a través de las sinergias entre sus marcas en 2024, un año antes de lo planeado inicialmente. Como adelantó EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, en 2021 estas sinergias ya alcanzaron un ahorro de 3.200 millones de euros y cerrará 2022 cumpliendo el 80% del objetivo final.

Paralelamente, Stellantis espera que los ingresos de la compañía superen los 300.000 millones de euros, lo que supone doblar la cifra de 2021, manteniendo el margen operativo por encima del 10% durante toda la década. Esta facturación no solo procederá del sector del automóvil, sino también del software, sus servicios de movilidad y servicios conectados y del negocio de los datos. Según el plan presentado, se generarán más de 20.000 millones de euros de flujo de caja industrial y se incrementarán los ingresos procedentes de los segmentos premium y de lujo del mercado.

En cuanto a su posición en los principales mercados automovilísticos, Stellantis espera crecer en todos los que tiene presencia, destacando posiciones de liderazgo en EuropaEstados Unidos y América Latina, al tiempo que desarrolla un plan específico para mejorar su rentabilidad en China, con un modelo que buscará la reducción de costes fijos y una exposición mínima a crisis potenciales en el mercado, con el objetivo de que el Gigante Asiático aporte 20.000 millones, desde los 4.000 millones actuales, a sus ingresos a principios de la próxima década.