Las marcas automovilísticas japonesas están, en su mayoría, teniendo un buen rendimiento económico pese las dificultades que presenta todavía la Covid-19 y la crisis de abastecimiento de semiconductores. Todas, ToyotaNissanHondaSubaruMitsubishi y Mazda, cerraron los primeros nueve meses del año fiscal -entre el 1 de abril de 2021 y el 31 de diciembre- con beneficios, con lo que algunas volvieron a la senda de las ganancias y otras, como Toyota, demuestran haber sabido capear las dificultades del presente ejercicio.

En ese sentido, Toyota fue, precisamente, la compañía japonesa que más beneficios obtuvo entre abril y diciembre, alcanzando un beneficio neto de 17.560 millones de euros durante el período, un 57,8% más respecto a los mismos meses de 2020. La marca facturó un 19,2% más hasta los 176.390 millones de euros y, en consecuencia, su beneficio operativo se disparó un 67,9% hasta los 19.190 millones de euros.

También Honda mejoró sus cifras de ganancias, en este caso en un 31,07% hasta los 4.415 millones de euros. Pese a haber vendido menos vehículos durante los primeros tres trimestres del año fiscal, la marca ingresó un 11,85% más, 80.985 millones de euros, dejando su beneficio operativo en 5.094 millones, un 50,25% mas. La firma japonesa atribuye sus buenos resultados al control de los incentivos, a la reducción de costes y a los cambios de divisa favorables. Honda espera cerrar el año fiscal con un beneficio neto de 5.082 millones de euros, incrementando así sus estimaciones en un 21%.

Suzuki cerró 2021 con muy buenas cifras, ganando un total de 1.024,96 millones de euros, un 19,9% más respecto a al ejercicio fiscal 2020. Su margen operativo alcanzó los 1.107,3 millones de euros (+5,7%) gracias a una incremento de la facturación del 18,3% hasta los 19.400 millones de euros. El caso de Suzuki es particular porque compensó la caída de ventas de automóviles y la subida del precio de las materias primas con un gran rendimiento comercial de su división de motos, que sumó casi la mitad de la facturación total de la marca. El resto lo aportaron su división de automóviles y Suzuki Marine, su área de motores para embarcaciones.

También Subaru cerró los primeros nueve meses del año fiscal con ganancias, aunque la compañía de Ōta ganó menos que en 2020. Hasta diciembre, la marca sumó a sus arcas 474,89 millones de euros entre abril y diciembre. Subaru admite que la subida en el precio de las materias primas y la crisis de los chips han tenido un impacto muy importante en sus operaciones, provocando una caída de la producción del 20% solo en el último trimestre fiscal, lo que supone dejar de ensamblar 207.000 unidades. Sus ventas globales cayeron un 13,1% hasta las 548.000 unidades durante los primeros tres trimestres del ejercicio fiscal. Subaru espera ganar 566,24 millones de euros en todo el año fiscal, un 2% menos.

Vuelta a los beneficios

Nissan consiguió la mayor remontada de la industria japonesa alcanzando un beneficio neto de 1.529 millones de euros entre abril y diciembre, lo que supuso un 569% más respecto a las pérdidas por valor de 285 millones de euros del mismo período de 2020. Su beneficio operativo se disparó hasta los 1.453 millones, un 322,9% más, tras facturar 46.700 millones de euros, un 836,6% más. La firma de Yokohama espera cerrar el ejercicio con unas ganancias netas de 1.558 millones de euros.

También Mitsubishi y Mazda volvieron a la senda de los beneficios durante los primeros nueve meses del año fiscal. La marca de los tres diamantes ganó 337,64 millones de euros, mejorando desde los 1.841 millones de euros que perdió durante los mismos meses de 2020. Por su parte, la marca de Hiroshima, que perdió 590,56 millones de euros entre abril y diciembre de 2020, ganó 225,13 millones de euros.

Con estas cifras, las marcas japonesas encaran la recta final del año fiscal con optimismo, consolidando su recuperación tras el año fiscal 2020-2021, que precisamente arrancó en el punto álgido de la pandemia.