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Vicalsa rechaza entrar en la puja por los terrenos de Vulcano: "No hay espacio"

La reducción de la concesión del astillero dificulta “la viabilidad económico-financiera” del proyecto de reparación y construcción

Vista parcial de las instalaciones de la antigua Vulcano, en Teis. | // MARTA G. BREA

El plazo para presentar ofertas a la nueva concesión del ya extinto astillero Factorías Vulcano expira el próximo 10 de de febrero, pero uno de los principales pretendientes ha confirmado que no estará en la puja. Según ha podido saber FARO, Viguesa de Calderería (Vicalsa), que visitó las instalaciones la semana pasada para comprobar su estado y estudiar la viabilidad de un futuro proyecto, rechaza de pleno hacer cualquier oferta. El motivo principal al que aluden fuentes de la compañía comandada por Julio Gómez para esta negativa está precisamente en los pliegos elaborados por la Autoridad Portuaria de Vigo. “Tal como queda la concesión es inviable poder subir un barco a reparar, ya que se carece de espacio. Lo mismo nos pasaría con una construcción”, apuntan.

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El consejo de administración del Puerto aprobó el pasado 21 de diciembre los pliegos del concurso para las instalaciones, que quedarán limitados a una actividad de construcción y reparación naval. El documento incluye un máximo de 15 años de vigencia y el futuro adjudicatario deberá garantizar un mínimo de facturación de 10 millones de euros al año y una inversión en los dos primeros años de 1,22 millones.

Sin embargo, el cambio más importante impulsado desde Praza da Estrela es la significativa reducción en la superficie en concesión. Si antes eran 25.095 metros cuadrados, con algo más de 6.500 metros de lámina de agua, ahora son 18.000 al reservarse unas naves contiguas a la zona logística para uso comercial portuario.

Este no pequeño matiz en los pliegos es lo que ha echado para atrás a Vicalsa, la auxiliar del naval que ya en el proceso concursal se interesó mucho por las instalaciones, con un plan de reparación y construcción naval que incluso incluía un pedido para fabricar un atunero. “Después de la visita a las instalaciones y con los datos que se han obtenido de la misma más los que teníamos hemos decidido no acudir al concurso de la concesión”, resumen fuentes de la firma.

Aunque reconocen que “son varios los motivos”, el “principal y más importante” radica en esa “carencia de espacio”. Con sus planes para reparar grandes buques (obras que ahora realizan principalmente en el muelle de reparaciones de Bouzas) y para iniciarse en la construcción en la ría de Vigo (más allá de los barcos auxiliares de los atuneros, las llamadas pangas, en las que son especialistas), Vicalsa entiende que solo podrían trabajar con “embarcaciones de pequeña eslora”. “Y este tipo de construcciones y reparaciones dificultan la viabilidad económico-financiera” del proyecto, insisten.

Futuro

El resto de lo que fue la factoría del centenario astillero vigués, que bajó la persiana en julio de 2019, son de propiedad privada. Marina Meridional se hizo con todo tras desembolsar 7,85 millones de euros, incluidos esos 38.463 metros cuadrados en Teis que dividen las instalaciones. La firma dirigida por José Alberto Barreras, que también está en la terna final por la factoría de Hijos de J. Barreras, junto a Armón y Gondán.

El rebautizado Astilleros San Enrique, que presentará oferta para hacerse con la concesión, tiene sobre sí misma una espada de Damocles en forma de expropiación. El Puerto también quiere hacerse con la parte privada, y tiene reservados 4,6 millones (el valor en el que fueron tasados) para iniciar el proceso. Un movimiento que está pendiente de la aprobación de la Delimitación de Espacios y Usos Portuarios (DEUP). Todo está en el aire.

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