Si la reforma laboral se resolvió en el tiempo de descuento de 2021, las negociaciones para actualizar el salario mínimo interprofesional (SMI) este 2022 también se están haciendo esperar y se encaminan, como pronto, a la última semana de enero. El Gobierno no tiene atados aún los equilibrios en el Congreso para que una de sus normas estrella supere el trámite parlamentario y ello está dilatando la apertura de las conversaciones para revisar el suelo salarial para este año.

“Volverá a subir en enero”, fue la voluntad manifestada en público por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tras aprobar la reforma laboral. Y que dicha subida sería con efecto retroactivo al día uno del mismo mes. Desde el Ministerio de Trabajo insisten desde hace días en que la mesa con patronal y sindicatos se reunirá “en breve”, pero de momento los agentes sociales no tienen convocatoria oficial a falta de un solo Consejo de Ministros antes de que acabe el mes (el fechado para el 25 de enero).

El Ejecutivo prorrogó en diciembre el actual salario mínimo de 965 euros al mes (en 14 pagas), con la intención de reabrir las conversaciones con patronal y sindicatos durante enero. “La convocatoria tiene que llegar con carácter inmediato. En octubre el Gobierno se comprometió con nosotros a tener cerrado este mes que el SMI subiera a 1.000 euros”, afirman fuentes sindicales consultadas. “No aceptaremos ni demoras ni rebajas”, añaden.

Y es que si bien la reforma laboral se dirime ahora en el Congreso y el salario mínimo debe encauzar el trámite obligatorio de la consulta previa en la mesa de diálogo social, los equipos negociadores de Trabajo andan absorbidos en resolver el rompecabezas de la primera materia. Casi dos millones de trabajadores que actualmente perciben el SMI están pendientes de cómo acabe resolviéndose esta segunda cuestión. Su cobertura es especialmente habitual entre los peones del sector agrícola, así como entre los repartidores asalariados de comida a domicilio, las trabajadoras del hogar, el personal de limpieza, los vigilantes de seguridad o determinados perfiles en la hostelería.