Usted ha venido advirtiendo de que el turismo no podía permitirse el lujo de perder otro año. ¿Se ha salvado el año? ¿Ha sido suficiente la nueva demanda para activar el sector?

Como analiza el último informe de Exceltur, la facturación del turismo en 2021, aunque mejorando la de 2020, se ha quedado un 43% por debajo del nivel de 2019, por lo que obviamente la recuperación no es suficiente. A pesar de ello, el sector ha hecho un esfuerzo por incorporar al mayor numero de trabajadores posible, y el empleo solo descendió un 24%.

¿La sexta ola y los contagios disparados de covid por ómicron van a retrasar de nuevo recuperación del turismo?

Indudablemente. Ómicron ha representado un frenazo en seco en la recuperación que se había iniciado en el tercer trimestre de 2021. Hasta entonces, la curva de ingresos de nuestra compañía no había dejado de crecer: en el segundo trimestre duplicamos los ingresos del primero y en el tercero duplicamos los del segundo. La sexta ola ha provocado una ralentización brusca en diciembre, que todavía afectará al primer trimestre de 2022. La incógnita es si llegaremos a tiempo para tener una Semana Santa positiva, lo que marcaría el punto de inflexión definitivo para superar estos años de caídas.

¿Cuándo es previsible que el sector pueda dar por superada la crisis y retomar los niveles previos a la pandemia?

La recuperación plena de los niveles de ingresos no se producirá hasta finales de 2023, pero se producirá a dos velocidades: el segmento y los destinos vacacionales recuperarán prácticamente los niveles de actividad de 2019 a finales de 2022, mientras que el segmento urbano y de negocios irá más despacio y no alcanzará los niveles prepandemia hasta 2023.

Todo dependerá de que se consolide la superación de la pandemia gracias a las vacunas y a los aprendizajes de la sociedad para convivir con la post-pandemia, sin que esta siga imponiendo una disrupción en nuestra forma de vida, y para que los países no vuelvan a imponer restricciones indiscriminadas como las cuarentenas, en lugar de mejorar la prevención y coordinación.

"Hacen falta más ayudas directas al turismo para evitar una destrucción masiva de empresas”

El Gobierno amplió la vigencia de los ERTE hasta finales de febrero. ¿Será suficiente para el turismo? ¿Ve disposición del Gobierno a dar un trato diferencial al sector?

El trato diferencial se justifica plenamente por el impacto diferencial que ha tenido el covid sobre nuestro sector, con pérdidas cercanas al 80% de la facturación en los peores momentos de la pandemia, frente a una caída del 13% del conjunto del PIB nacional. El 1 de marzo no estaremos preparados para incorporar al 100% de las plantillas. Muchas empresas viables antes del covid se encuentran todavía en serias dificultades financieras, y no podrán hacer frente al final de los ERTE en un momento tan temprano.

El sector ha planteado una posición unánime en este tema, pidiendo al Gobierno que se mantenga esta figura, que ha sido realmente el mecanismo de salvación de muchas empresas del sector, mientras la demanda se mantenga débil. Y esto implicará mantenerlas al menos hasta el próximo verano. Personalmente, quiero creer en la palabra de la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que nos ha asegurado que se mantendría todo el tiempo que fuera necesario para nuestro sector.

El vicepresidente y consejero delegado de Meliá, Gabriel Escarrer. SONI MARTÍNEZ / MELIÁ

¿Han sido suficientes las ayudas que han percibido las compañías en España para afrontar el parón de actividad? ¿Serán necesarias más ayudas?

En España las ayudas se han limitado a los ERTE, que han sido fundamentales para la supervivencia de las empresas y los puestos de trabajo, y a los avales públicos para los créditos por el ICO, cuya efectividad en muchos casos quedaba limitada por el sobreendeudamiento de las empresas. Las ayudas directas han sido exiguas y tardías. Lamento tener que compararlo con la gestión en un país como Alemania, donde con una cuarta parte de los hoteles que tenemos en España hemos recibido muchas más ayudas.

Definitivamente, si no queremos asistir a una destrucción masiva de empresas en esta ultima etapa de la crisis, es necesario que se implementen nuevas ayudas directas para el sector, además de una asignación más eficiente y consensuada con el sector, de los fondos europeos Next Generation.

Los fondos europeos deberían ser cruciales para impulsar la recuperación económica y para modernizar el modelo productivo del país. ¿Está satisfecho con la parte que le ha tocado al turismo en el Plan de Recuperación?

Para un sector que generaba antes de la pandemia el 12,6% del PIB, la cuantía de 3.400 millones consignada en el Plan de Recuperación no es suficiente. Aun así, es el importe más importante que nunca se ha destinado a invertir en el sector turístico. Si fuera bien invertido, sería una oportunidad histórica para la modernización y transformación competitiva y sostenible del turismo español.

Por ahora, no podemos estar más decepcionados por la forma y criterio de adjudicación de los fondos. En el primer tramo se han dispuesto mós de 600 millones para 124 proyectos repartidos entre más de 600 ayuntamientos, es decir, un menudeo de fondos sin ningún carácter estratégico, ni vertebrador, transformador o con potencial tractor o modernizador de la economía, que constituye la filosofía de los Next Generation).

"Meliá volverá a ser rentable en 2022 gracias a la recuperación de la demanda y a las mejoras en la eficiencia del grupo"

El sector turístico reclama de manera unánime un PERTE propio. ¿Qué supondrá para el sector haberse quedado sin él?

La aspiración, que estimamos plenamente justificada, es la de conseguir la aprobación de un PERTE para el sector, que se orientaría de forma prioritaria a la reconversión de un grupo de los destinos pioneros del litoral. No entendemos el rechazo inicial del Gobierno a aprobarlo, con el argumento de que la cadena de valor turística es difusa y está altamente interconectada con otros sectores, cosa que es clara y que no es exclusiva del sector turístico pues muchos sectores económicos están interrelacionados. Sólo en el caso de que se aprobara un PERTE turístico habría oportunidad de acceso a los fondos para grandes proyectos turísticos.

Meliá perdió 426 millones en 2020 y otros 166 millones hasta septiembre de 2021. ¿Cuándo prevé que se remontarán los números rojos y el grupo volverá a ser rentable?

A partir de junio de 2021 recuperamos el ebitda positivo y volvimos a generar caja neta, y esto fue muy importante. Salir de pérdidas y entrar en beneficio neto costará un poco más, pero personalmente confío en que, gracias a la recuperación de la demanda y a las mejoras en la eficiencia y la rentabilidad que hemos desarrollado, volveremos a ser rentables en 2022.

El grupo se había marcado antes de la pandemia el objetivo de abrir un nuevo hotel cada dos semanas. ¿Cuántas aperturas se han aplazado y a cuántas se han renunciado definitivamente?

Prácticamente todas las aperturas previstas durante los meses de pandemia se han pospuesto, pero me alegra confirmar que a partir de la reactivación que vivimos en el tercer trimestre de 2021 las aperturas se agilizaron mucho, y en tan solo seis meses hemos abierto 13 establecimientos y hemos firmado 21 nuevos hoteles, el volumen que se solía firmar en un año normal. Por ello, tengo la máxima confianza en que a partir de 2022 retomaremos el ritmo de crecimiento normal, e incluso más acelerado.

Meliá vendió el año pasado ocho hoteles en España a un vehículo de inversión por 204 millones. ¿Va a haber más desinversiones?

Muy probablemente haya otra operación de venta de algunos activos, en esta ocasión posiblemente en el Caribe. Estamos contemplando una operación similar a la que realizamos el pasado mes de junio, en la que mantendremos una participación cercana al 20% de la sociedad resultante y un contrato de gestión a largo plazo. En cuanto al objetivo de ingresos estimamos que también sea similar al de la operación realizada en 2021.

"Nuestra familia tiene la mayoría del accionariado (un 54%), podríamos considerar reducirla si hubiese un proyecto hiperestratégico y con valor para todos los accionistas"

¿Se viene un movimiento de consolidación en el sector como consecuencia de la crisis? ¿Qué papel se plantea jugar Meliá?

El mercado ya estaba cambiando antes de la pandemia, porque en España hay un nivel muy bajo de afiliación a marca de las propiedades hoteleras. Pero la crisis ha impuesto una aceleración a esta tendencia, debido a varios factores: la digitalización de la sociedad y la economía (que otorga una clara ventaja a las empresas más avanzadas y con fuertes canales directos y capacidades de distribución) y una creciente competitividad del mercado en general (que afecta más fuertemente a las empresas más debilitadas financieramente). Normalmente tras las grandes crisis se produce una consolidación en el mercado, y ciertamente en estos momentos existen muchas oportunidades para las alianzas y para nuevas fórmulas de cooperación, a través de las cuales hoteles independientes o pequeños grupos familiares puedan beneficiarse de las ventajas competitivas de las grandes cadenas como Meliá.

¿Se ha planteado el grupo dar entrada en su accionariado a nuevos socios para reforzar el capital y afrontar una posición de mayor fortaleza financiera la situación actual?

Nuestra familia mantiene la mayoría del accionariado [con un 54% del capital], pero en cuanto a si reduciríamos nuestra participación, podríamos considerarlo si hubiese un proyecto que fuese hiperestratégico y que diese valor a todos los accionistas. Pero en estos momentos no lo tenemos previsto.