Los gestores de la consultora Kroll habían programado su salida de Hijos de J. Barreras para el 31 de diciembre. Estimaban que, para entonces, habrían cumplido el encargo de Cruise Yacht YardCo (utiliza The Ritz-Carlton Yacht Collection como marca comercial y es propiedad del fondo Oaktree) de dejar encaminada la venta de los terrenos del astillero y la liquidación de la sociedad anónima. Este cronograma fue por el que, sin previo aviso, decidieron adelantar en casi un mes el plazo otorgado a las empresas interesadas para que formularan una oferta vinculante. Pero no les dio tiempo. Sí trasladaron a la jueza de lo Mercantil las negociaciones para el traspaso de la unidad productiva –activando con ello la fase concursal, como avanzó FARO–, pero será este viernes cuando formalicen todo el galimatías legal.
Barreras pedirá concurso con una propuesta paralela de venta de sus instalaciones, a través de la modalidad prepack, que pasarán a manos de Astilleros Gondán o Astilleros Armón. Esta notificación ha de ser remitida tanto al juzgado como a la Autoridad Portuaria de Vigo, titular de la concesión, que también deberá autorizar la operación.
Aunque no han trascendido los detalles de ninguna de las propuestas formuladas, Gondán y Armón no incluyen la subrogación de los casi 120 trabajadores de Barreras. A excepción de los veinte que partieron esta semana rumbo a Astander para continuar en los trabajos de construcción del Evrima, los demás están al abrigo de un ERTE que expira en julio, negociado también por Kroll y que incluía, en su documentación justificativa, trabajos como el desguace de los cascos de Havila (que no se pueden tocar, la naviera noruega reivindica su propiedad). Lo que es seguro es que, en paralelo a la petición de concurso y propuesta de venta de la unidad productiva, Ritz formulará un expediente de regulación de empleo (ERE) parcial, porque no todos los empleados serán recolocados. La de Armón es la mejor oferta económica; la de Gondán, la que más gente se compromete a subrogar.
La intención tanto del Puerto de Vigo como de la titular del Mercantil con sede en Vigo, Amelia Pérez, es de facilitar un rápido traspaso de las instalaciones, que es lo que persigue precisamente la figura del prepack concursal. Ahora bien, tanto la entidad que preside Jesús Vázquez Almuiña como el propio juzgado solo validarán un proyecto solvente y abanderado por una compañía con una trayectoria empresarial contrastable, tal y como pudo determinar este periódico. Es el pilar con el que no cuenta el tercer grupo interesado en la unidad productiva, Marina Meridional, que en 2020 adquirió por vía concursal la de Astilleros de Huelva y la de Factorías Vulcano.
El proceso de liquidación de Hijos de J. Barreras, como sociedad, se ejecutará con independencia de que la unidad productiva se transfiera antes. En la pieza de calificación habrán de dirimirse las responsabilidades de la quiebra, si ésta fue fortuita o culpable, y se investigará previsiblemente la decisión del expresidente Douglas A. Prothero de hipotecar a favor de una de sus sociedades los terrenos privados del astillero o de llevarse el barco de Vigo con el falso compromiso de traerlo de vuelta para continuar los trabajos de construcción después de los de pintura. Desde que el crucero Evrima está en Cantabria, la naviera se ha gastado más de 50 millones de euros en múltiples proveedores y servicios. El buque fue financiado como un project finance; si la armadora renunciase a él, pasaría a manos del organismo semipúblico Cesce, expuesto a un riesgo en la operación superior a los 400 millones de euros.
El exdirector general de Barreras Liam Campbell llevará a Prothero y a Oaktree a juicio por despido improcedente con conculcación de derechos fundamentales. Asegura que fue cesado en su cargo “sin causa justa y como clara represalia por el ejercicio de su libertad de expresión y por denunciar prácticas financiero-contables irregulares que afectaban al proyecto y al astillero”, como desveló FARO. La vista está fijada para el 11 de julio.
