White Summit Capital sigue reforzando su presencia en España. El fondo ha cerrado la adquisición de los activos renovables aglutinados en la sociedad Renewable Power International (RPI), propiedad del luxemburgués Cube Infrastructure. En concreto, RPI sumaba 25 centrales hidroeléctricas en España y Portugal, un parque eólico y diferentes activos verdes en desarrollo, sumando una potencia conjunta de 100 MW. Para realizar esta transacción, White Summit se ha aliado con un consorcio suizo conformado por el fondo de pensiones IST y el banco Reichmuth & Co. La operación, según han indicado fuentes financieras a El Periódico de Españaestá valorada en unos 100 millones de euros.

White Summit Capital es uno de los inversores que más está apostando por la descarbonización de la economía española a través de diferentes proyectos. Por ejemplo, es uno de los finalistas para comprar las plantas de cogeneración de Cepsa y ha irrumpido en la carrera por el hidrógeno verde con la reconversión de una planta de ciclo combinado en Vizcaya a través de su filial Hyfive. Con esta compañía, en la que participa junto al gigante japonés Marubeni, WSC tiene previsto invertir más de 1.000 millones en ocho años en cinco plantas de hidrógeno verde en el territorio nacional. De hecho, su objetivo pasa por exportar H2 a otros países del Viejo Continente.

Además, este inversor especializado en energía e infraestructuras es accionista de otras conocidas empresas españolas como Nortegas, EasyCharger (uno de los referentes en recargas de vehículos eléctricos en España, donde cuenta con importantes contratos con Nissan o Galp) o la planta fotovoltaica La Isla, en la que participa junto al francés Ardian. White Summit también cuenta otros proyectos renovables en México y fue accionista de una autopista en Estados Unidos, la I-77, junto a Cintra (Ferrovial). En la actualidad, gestiona un vehículo dotado con 1.500 millones para invertir en España y Latinoamérica. En total, el fondo basado en Suiza gestiona 450 MW de activos renovables entre España y México, además de una central de ciclo combinado de 775 MW.

Apetito inversor

Esta transacción se remonta meses atrás, cuando el fondo de infraestructuras Cube contrató a BBVA para buscar un comprador para esta sociedad, como desveló El Economistaaprovechando el gran interés inversor por los activos renovables, al calor de unos retornos estables y de una política que favorece este tipo de inversiones para impulsar la transición energética del país. En este contexto, participaron en esta subasta competitiva otros fondos de capital riesgo, especializados en el nicho de las infraestructuras, y compañías energéticas que quieren aumentar su peso en renovables.

De hecho, a favor de la transacción ha jugado el gran potencial de hibridación que tiene esta plataforma de renovables, así como los sistemas de almacenamiento de energía y de integración vertical. Es más, esta transacción no es la única de centrales hidroeléctricas que actualmente está en el mercado, pues el Grupo Navarro también trabaja en la desinversión de este negocio, para lo que ha contratado a PwC, según informó Vozpópuli. RPI y Grupo Navarro son socios en la sociedad Hidroastur (ambas cuentan con un 25%), propietaria de otras tres centrales hidráulicas.

Hasta el momento, el accionariado de RPI se repartía entre el fondo de infraestructuras Cube (66,51%), Demeter Partners (17,5%), Global Sekudu – la sociedad en la que participa la familia Lozano, fundadores de la compañía – y la firma a través de la que invierte el equipo gestor de la compañía (PFP, que contaba con el 0,69%). Su inversión se remonta al año 2011, cuando firmaron un acuerdo para comprar el 100% de RPI en una operación valorada en torno a los 230 millones de euros (incluyendo capital y deuda). La compañía genera unas ventas cercanas a los 25 millones de euros anuales y produce más de 288 GW/h al año.  

El Gobierno destinará 6.900 millones para descarbonizar la economía

A mediados del pasado mes de diciembre, el Gobierno dio luz verde uno de los grandes proyectos más esperados de los fondos europeos: el PERTE de energías renovables, hidrógeno 'verde' y almacenamiento (ERHA), con el que prevé movilizar una inversión superior a 16.300 millones de euros, de los cuales el sector público aportará más de 6.900 millones. En concreto, al desarrollo del hidrógeno verde se destinarán 1.550 millones y 765 millones a renovables.

Este proyecto ERHA estará estructurado en cuatro grandes bloques: se destinarán 3.588 millones de euros a medidas transformadoras que canalizarán otros 5.390 millones de capital privado y otros 3.330 en medidas facilitadoras sobre transición ecológica, movilidad de gases renovables, formación y empleo que captarán otros 4.060 millones de capital privado.

El objetivo del PERTE es posicionar España como referente tecnológico en estas tecnologías, consolidar las cadenas de valor de las energías renovables e impulsar la innovación en el desarrollo del hidrógeno 'verde' y del almacenamiento que todavía están en desarrollo. Su previsión es crear185.000 puestos de trabajo directos e indirectos y otros 90.000 empleos inducidos, así como generar impacto en el PIB superior a 12.300 millones de euros.