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La crisis de los chips destruye uno de cada diez empleos del motor en Galicia

La afiliación supera las cifras de 2019 pese a la automoción y la sangría del sector primario

Taller de la factoría PSA en Vigo Carlos Prieto

El empleo crecerá por octavo mes consecutivo este diciembre. Descontando la estacionalidad y el efecto calendario, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones prevé unas 63.000 nuevas altas y llegar a 19,82 millones de afiliados. El buen comportamiento será “generalizado” entre todos los sectores, según el departamento dirigido por José Luis Escrivá, con las actividades administrativas, la construcción y la hostelería a la cabeza. “Los datos de diciembre muestran, además, que no solo se ha alcanzado el nivel de empleo previo a la pandemia, marcando máximos históricos en términos desestacionalizados –añade el ministerio en el avance experimental de afiliación quincenal–, sino que también se ha recuperado la tendencia esperable de crecimiento que se hubiera producido en ausencia de pandemia”. En Galicia había 1.033.144 afiliaciones a la Seguridad Social a 30 de noviembre, también por encima ya de los datos de 2019, incluso aunque no se tuvieran en cuenta las 4.900 personas que están en algún tipo de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

El fin de las restricciones por el COVID-19 abrió los primeros claros en los nubarrones que ensombrecían la economía regional, aunque aparecieron otros por culpa de la crisis de los precios de la energía y los cuellos de botella en el abastecimiento de materias primas. Todos los expertos dan por hecho que la tormenta es temporal. Que la cadena logística mundial tiene que reajustarse para afrontar la demanda disparada tras muchos meses de atonía por el coronavirus. La automoción gallega ejemplifica lo mucho que cambiaron las cosas a lo largo de este año. Fue el sector más dinámico en Galicia en 2020 cuando la actividad se despertó del confinamiento y ahora va con el freno puesto por la falta de chips. Desde sus máximos de producción en el otoño del pasado año, la industria del motor en la región perdió 1.638 empleos. Uno de cada diez.

El primario es el otro gran sector que en este momento tiene menos trabajadores que hace un año y que antes de la pandemia. Agricultura y ganadería destruyeron unos 1.000 puestos a lo largo del actual ejercicio y 1.500 en comparación con noviembre de 2019. En pesca y acuicultura van unas 1.000 afiliaciones menos en los dos últimos años tras perder cerca de 400 en 2021, como recoge el balance del Instituto Galego de Estatística (IGE) con la evolución detallada de las altas y bajas en la Seguridad Social.

Como avanzó ayer FARO, el sector financiero atraviesa otra oleada de ajustes y en los últimos doce meses recortó sus plantillas en más de 570 personas. El naval, también con su propia crisis por la dramática situación de Barreras y a expensas de lo que ocurra con Vulcano, prescinde de una media de un empleado por día.

La hostelería rescató buena parte de la ocupación perdida: 6.146 trabajadores. Arrastra todavía una caída de casi el 7%, unos 4.800 efectivos, respecto a noviembre de 2019. El comercio minorista sí recuperó todo el empleo que se quedó por el camino. La educación cuenta con 4.600 afiliados más que hace dos años; y las actividades sanitarias sumaron a 4.100 personas más. Se mantiene la tendencia de alza constante en las empresas de programación y consultoría informática y en los servicios técnicos de arquitectura y energía, con subidas anuales del 14,7% (1.700 nuevas afiliaciones) y el 10% (1.360), respectivamente. 

Los afectados por ERTE caen otro 42% en la comunidad en mes y medio

Por primera vez desde casi el arranque de la pandemia, el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social no concretó en el balance laboral de noviembre cuántos trabajadores quedaban en un ERTE en cada autonomía. Faltaba limpiar los datos de aquellos que renovaban el expediente tras la última reforma. Los nuevos datos actualizan la situación a 14 de diciembre. En Galicia son 4.907 trabajadores, un 42% por debajo de los 8.400 que había a último día de octubre. Representan únicamente el 0,62% de los afiliados en el Régimen General. Del total, 3.486 están en un ERTE vinculado al COVID-19 y otros 1.421 a expedientes por otras causas. 

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