El proyecto Factoría 4.0, impulsado por Stellantis Vigo en colaboración con el Centro Tecnolóxico de Automoción de Galicia (CTAG) y con el apoyo económico de la Xunta de Galicia, se cerró ayer con un acto en la factoría de Balaídos. Según explicó el fabricante a través de una nota, la iniciativa alcanzó dos objetivos tras cinco años de andadura: diseñar procesos para la fábrica del futuro (virtual, conectada, ágil y flexible y humana) y diseñar, desarrollar y validar productos y sistemas para el vehículo del futuro (autónomo, conectado, limpio, atractivo y asequible). Con todo, el programa ha puesto de manifiesto la fructífera alianza de Stellantis y CTAG, con la realización de acciones de I+D por valor de 145 millones de euros, más de dos millones de horas de ingeniería avanzada y el registro de 36 patentes.
“Hemos sido visionarios. En 2016 pusimos en marcha, con gran anticipación, un programa muy ambicioso para afrontar los retos de transformación de nuestra industria. Y desde Stellantis Vigo, conscientes de nuestro liderazgo y capacidad de tracción, nos congratulamos por los resultados obtenidos, que mejoran nuestra productividad y la del sector, abriendo el camino a nuevos programas de innovación y desarrollo”, explicó el director de la planta, Ignacio Bueno.
Según el director general de CTAG, Luis Moreno, “este proyecto representa una verdadera oportunidad para arraigar una I+D+i gallega de alto valor añadido, consolidando el conocimiento del personal altamente cualificado”.
Factoría 4.0 se centró en cuatro grandes ámbitos, siendo el primero de ellos la fábrica virtual, que aborda la virtualización completa de los procesos productivos con actividades como el modelado 3D, la simulación de flujo y línea de producción, y la integración producto / proceso.
El segundo es la fábrica conectada, que desarrolla e implementa dispositivos con capacidades de sensorización, procesamiento y comunicación, como el Big Data o la realidad aumentada.
La fábrica ágil y flexible es el tercero, y se refiere a la incorporación de sistemas de producción flexibles para satisfacer la demanda particular de cada cliente, con procesos modulares, automatizaciones, robots colaborativos, y control y corrección de calidad en el flujo.
Por último, está la fábrica ecoamigable, aquella que promueve un entorno laboral seguro y saludable para el trabajador, energéticamente eficiente y medioambientalmente sostenible.
El vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Francisco Conde, acudió al acto de clausura y afirmó que Galicia es hoy un referente en el I+D para el coche del futuro. “Lo es gracias a la colaboración público privada, al trabajo y a la profesionalidad de los trabajadores de Stellantis, de Ceaga y de CTAG”, señaló Conde, que avanzó que la Xunta seguirá “apoyando la innovación” y el talento.