Alfico, la firma de distribuición redondelana que en 2016 se convirtió en filial del gigante New Balance, ha defendido su “derecho” a no continuar su colaboración con Experience Group, empresa que distribuye sus productos, por una deuda de 6 millones de euros contraída por esta. De hecho, Alfico llegó a ofrecer 17 millones de euros para hacerse con la empresa de retail, aunque la contraparte situó esta oferta en los 8 millones durante el juicio.

En la vista celebrada ayer en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de Redondela tras una demanda interpuesta por Experience Group, que distribuye productos de New Balance en España y Portugal desde 2013 y gestiona sus tiendas, contra la filial de New Balance en España, Alfico.

Según recoge Europa Press, Experience Group cuenta con un contrato de licencia de los productos hasta el 31 de diciembre de 2021 y el pasado mes de octubre Alfico le comunicó la suspensión de la distribución, que ha justificado en la cuantiosa deuda contraída. Además, la empresa de Redondela recientemente llegó a realizar una oferta para comprar esta empresa.

En la demanda, la empresa Experience Group ha defendido que el acuerdo se renueva automáticamente cada cinco años y ha afirmado que este ha sido aprobado en el Consejo de Administración, al que precisamente pertenece la CEO de New Balance en España, Ana Scheidgen, que no ha declarado en la vista por motivos de salud.

Scheidgen montó en su día la empresa Experience Group junto a dos socios antes de vender su propia empresa, Alfico, a la matriz de New Balance.

En el juicio, el letrado de la parte demandada ha remarcado que “New Balance ha hecho valer sus derechos” al no renovar el contrato de licencia y que “actúa como paraguas de los demás acuerdos”. “Desde julio se sabía que el contrato iba a terminar”, ha asegurado. También ha explicado que “se dieron facilidades de pago” a Experience y se llegaron a ofrecer 17 millones de euros para comprarla, una oferta que un accionista de Experience Group que ha comparecido como testigo de la parte actora ha asegurado que se situó en “8 millones de euros”.