La posibilidad de abrir una empresa con solo un euro de capital social está cada vez más cerca. El Consejo de Ministros aprobó a finales del mes pasado el anteproyecto de la conocida ley Crea y Crece que elimina el mínimo de 3.000 euros para constituir una sociedad mercantil de responsabilidad limitada y aligera los costes de Registro y Notario con la opción de dar de alta la compañía vía online a través de la ventanilla única del Centro de Información y Red de Creación de Empresas (Circe). “Esta medida permite a España alinearse con gran parte de los países de nuestro entorno en los que no se requiere un capital mínimo, favoreciendo de esta forma el emprendimiento”, valoraba la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño. La futura ley, que incluye además fórmulas de financiación alternativas a la banca y el veto a las ayudas públicas para los negocios morosos, forma parte del capítulo de Impulso a las Pymes en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido Bruselas con el objetivo de mejorar el clima para el emprendimiento tras el huracán del COVID-19 en el tejido productivo.
El número de firmas activas en Galicia se redujo un 1,6% durante el pasado año. Entre las que ya no andaban bien –casi un 20% de los pequeños negocios y autónomos, como publicó FARO, estaba en pérdidas en 2019– y las víctimas directas de la pandemia, echaron el cierre 3.156, según el balance del Directorio Central de Empresas (Dirce) publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Menos que en 2019, cuando desaparecieron 3.159, gracias a que las medidas de apoyo impulsadas por las administraciones –desde la bonificación de las cuotas a la Seguridad Social de los ERTE y las inyecciones de liquidez de los ICO, hasta los planes de rescate de las autonomías– mitigaron en buena parte el impacto de los meses de confinamiento y la sequía del consumo. A 1 de enero de 2021 había operativas un total de 194.657 sociedades. La caída en el conjunto del país fue del 1,1%: 37.858 menos que antes de la llegada del coronavirus.
La inmensa mayoría de las firmas que se quedaron por el camino no tenían asalariados: 2.727. Es el perfil que domina el tejido productivo de la región. Algo más de la mitad de las empresas, unas 103.800, carecen de personal; otras 58.300 cuentan con entre 1 y 2 personas en plantilla; y 18.500 llegan hasta 5 como mucho. Hay 33 en la horquilla de 1.000 a 4.999 empleados; y una decena con 5.000 en adelante.
No era difícil anticipar qué sector adelgazó más el pasado año. Los servicios de comidas y bebidas, lastrados por las restricciones de aforo durante buena parte de lo que va de pandemia, finiquitaron 777 empresas, lo que supone una caída del 4,6%. Le siguen el comercio minorista (672), la construcción de edificios (672) y el comercio al por mayor (542). Aunque su peso en el total de empresas gallegas es menor, 518, destaca el recorte sufrido en las agencias de viajes y operadores turísticos: un 7%.
Tampoco hay sorpresas al otro lado de la balanza. La pandemia aceleró las compras online y las empresas postales y de correos –donde se integra el reparto– se dispararon un 32,6%. Se constituyeron 286 en solo un año. En las actividades inmobiliarias aumentaron un 3,4% (261).
La recuperación de la actividad este 2021 incentiva la apertura de nuevos negocios. Hasta noviembre se crearon 3.627 sociedades, con refleja el último informe del Instituto Galego de Estatística (IGE) con los datos del Registro Mercantil. Son 746 más que en esos mismos meses del pasado 2020, un incremento de casi el 26%. En comparación con 2019, el número de nuevas sociedades creció un 4,5% (3.489).
Lidera el comercio al por mayor, que inauguró 428 sociedades, una de cada diez del total. El sector coge fuerza con un crecimiento anual del 19%, pero menos que su hermano, los establecimientos minoristas, que sacaron 345 nuevas empresas, un 56% más que en 2020. Los negocios de servicios de comidas y bebidas aumentaron únicamente un 4,9% (299), aletargados por las limitaciones intermitentes. Incubadas al calor de la digitalización y la transición energética, se constituyeron 114 sociedades de programación, consultoría y actividades relacionadas con la informática, el doble que el año pasado; y aumentaron un 73% las especializadas en servicios técnicos de arquitectura e ingeniería (104).