Diez años, ocho meses y doce días después, Inditex comenzará el próximo 1 de abril una nueva etapa con la salida como presidente ejecutivo de Pablo Isla, el abogado del Estado con alma de empresario que ha consolidado al gigante textil como un referente de la distribución de moda a escala mundial. El "mejor CEO de la década", como lo proclamó recientemente la revista Forbes, cede el puesto a Marta Ortega, hija del fundador de la multinacional gallega, Amancio Ortega. Una decisión de calado que el propio Isla anunció esta mañana en el transcurso de una comparecencia ante los medios de comunicación pero en la que sin embargo rehuyó despejar muchas incógnitas.

¿A qué se dedicará Pablo Isla a partir de abril? ¿Cuál será su próximo destino profesional? ¿Seguirá vinculado a Inditex? De ser así, ¿Qué tipo de relación mantendrá con la compañía que le ha convertido en uno de los ejecutivos para reconocidos y valorados por la opinión pública? Son algunas de las cuestiones que por las declaraciones del aludido podrían permanecer abiertas durante algún tiempo, o quizá no solo que esto probablemente ya no podrá controlarlo.

"De mi futuro personal no voy a hablar". Con estas palabras, el presidente saliente de Inditex zanjó toda pregunta que pudiera surgir en la ronda ofrecida a los periodistas. De nada sirvió que se le insistiera en varias ocasiones Isla se mantuvo en sus trece, y a todas siempre evitó aclarar a qué se dedicaría más allá de marzo.

Pablo Isla tampoco sorprendió al responder a cuestiones que buscaban incidir en el incontestable mérito de haber catapultado a Inditex al liderazgo textil mundial. Así, a la pregunta directa sobre de qué se sentía más satisfecho de sus 17 años al frente del grupo, contestó fiel a la humildad que le caracteriza: "A mí no me gusta personalizar de qué me siento más orgulloso. El trabajo entre todos en la empresa es fantástico y entre todos, superando retos muy difíciles como crisis financiera, covid, apuesta por sostenibilidad..."

Desembarco en el grupo a los 41 años

Isla (Madrid, 1964) comenzó su carrera en Inditex en la primavera de 2005, con 41 años, para liderar al grupo en su intento de rejuvenecer su gestión y hacer frente a sus ambiciosos planes de crecimiento.

Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y abogado del Estado, su primer destino conocido, entre 1989 y 1991, fueron los servicios jurídicos del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicaciones, entonces con el socialista José Barrionuevo al frente.

Ya a comienzos de la década de los 90 se incorporó a la Dirección General del Servicio Jurídico del Estado y fue delegado español ante la Comisión de las Naciones Unidas para la Unificación del Derecho Mercantil Internacional, una experiencia que contribuyó a su perspectiva global.

Poco después, en 1992, inició su andadura en el ámbito financiero una vez conseguida su excedencia como funcionario. Su aterrizaje en el Banco Popular le curtió en el mundo de la empresa, no en vano durante su paso por la entidad fue consejero de diversas instituciones como Banco de Castilla, Banco Popular Comercial, Popular Rabobank, Eurovida, Eurocorredores, Europensiones y Banco Popular Hipotecario.

Tras volver durante dos años a la Administración Pública, donde fue nombrado director general de Patrimonio del Estado en el Ministerio de Economía y Hacienda, en 1998 Isla se reincorporó al histórico banco español, esta vez como secretario general.

Un cazatalentos le incluyó en la terna para dirigir Inditex

Su currículum y experiencia profesional, unido a la frescura de su juventud, llevó al madrileño a Altadis, sociedad resultante de la fusión entre Tabacalera y Seita de la que fue nombrado presidente del Consejo de Administración y copresidente en sustitución de César Alierta, que iniciaba su periplo en Telefónica.

Ese mismo día, 31 de julio de 2000, también asumió la presidencia de Logista, la filial de distribución de la tabaquera.

Su apellido ya resonaba en los mercados cuando en 2005 un cazatalentos le incluyó en una terna de candidatos para convertirse en el primer ejecutivo de Inditex.

Fue el propio fundador de Zara, Amancio Ortega, quien apostó por Isla, que comenzó una nueva vida con su familia en Galicia.

Entre sus cualidades, explicó Inditex al proponerlo como consejero delegado, se encontraba no sólo su trayectoria sino también "sus demostradas capacidades de gestión en un entorno empresarial internacional".

La inmersión de Isla en la atmósfera de Arteixo le hizo ganar la confianza del patriarca del grupo textil, que le nombró presidente en 2011.

"El mejor CEO de la década"

A pesar de los éxitos cosechados como patrón de la principal cotizada del IBEX 35 a efectos de capitalización bursátil, Isla huye del personalismo, de los méritos, y atribuye los hitos de la empresa a la fortaleza del equipo humano que compone Inditex.

Esta honestidad le ha valido el reconocimiento de medios y organismos especializados, que en todos estos años lo han situado como un ejemplo de consejero y ejecutivo a seguir.

"Creo que el trabajo que hemos hecho entre todos es fantástico", ha celebrado Isla tras hacerse pública su partida, un cambio de gestores -pero no de gestión- que llevaba tiempo fraguándose "con discreción, como todo en Inditex".

A partir del próximo ejercicio fiscal, el grupo contará con Marta Ortega como presidenta, aunque sin poderes ejecutivos, un cambio que ha sorprendido al mercado, que ha reaccionado a la noticia con ventas.

Isla se marcha agradecido a sus empleados, al Consejo, pero "especialmente a Amancio", como él mismo ha admitido públicamente, y es que su (previsible) punto y final en la presidencia "representa la culminación del compromiso" con Ortega.