La planta automovilística de Stellantis en Figueruelas, Zaragoza, espera como agua de mayo la asignación de un nuevo modelo. La cosa está al caer, según apuntan desde dentro y fuera de la factoría aragonesa, que ahora está trabajando por debajo de sus posibilidades, en parte debido a la falta de microchips. Este refuerzo es anhelado en una instalación que ha demostrado ser altamente competitiva y rentable para el gigante de la industria automotriz nacido a principios de año de la fusión de PSA y FCA y que tiene en Vigo otra factoría. Entre los productos que se barajan para la planta de Aragón, todo apunta a que la fábrica dará la bienvenida al Peugeot 208, pero solo a la versión eléctrica de la marca del león, recientemente rediseñada, que ahora se fabrica en exclusiva en Trnava (Eslovaquia).

Así lo aseguran fuentes del sector, que dan por hecho que el anuncio de nuevo producto se hará oficial en las próximas fechas, aunque desde la compañía rehusaron pronunciarse. “Stellantis esta trabajando con determinación y rapidez para anticipar y apoyar la transición energética de todas sus marcas y plantas de producción”, señalaron desde el grupo que lidera Carlos Tavares como consejero delegado. “De acuerdo con nuestra política global, no comentamos sobre especulaciones sobre la ubicación de producción y haremos las comunicaciones apropiadas en el momento adecuado”, precisaron.

El coche es un hermano gemelo del Opel Corsa-e, el utilitario enchufable que Figueruelas empezó a producir a principios de 2020 y que comparte plataforma y mecánica con el e-208. Un caso muy parecido a la futura llegada de la Fiat Doblò a Vigo.