La Unión Europea exige alargar el periodo de cómputo de las pensiones a cambio de los fondos

Las exigencias de Bruselas a España para recibir los nuevos fondos europeos (Next Generation EU) incluyen una que motivó, hace un año, una de las polémicas más virulentas en el seno del Gobierno de coalición: la necesidad de aumentar el número de años de la carrera profesional de los trabajadores que se utilizan para calcular la cuantía de la pensión. Lo dice el “Operational Agreement”, el documento hecho público ayer que acaban de firmar el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez y la Comisión Europea. En él se fijan los hitos que se deben alcanzar para cumplir con las reformas e inversiones comprometidas a cambio de recibir los 70.000 millones de euros de subvenciones para la economía española.

El documento, donde se repasan pormenorizadamente todas las medidas incluidas por el Gobierno en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), dice literalmente que para dar por cumplida la llamada reforma 2 del componente 30 del PRTR (“Adecuación a las nuevas carreras profesionales del periodo de cómputo para el cálculo de la pensión de jubilación”) la Comisión demanda “la entrada en vigor de la legislación para el ajuste del periodo de cómputo, alargándolo para el cálculo de la pensión de jubilación”.

El periodo de cómputo para calcular la pensión de un trabajador, que era hasta la pasada década los 15 últimos años de su carrera laboral, ya fue extendido de manera gradual como consecuencia de la reforma de pensiones de 2011, que estableció su aumento progresivo hasta alcanzar los 25 años en 2022 (en 2021, el periodo de cómputo está en 24 años). A finales del año pasado, una propuesta del ministro Escrivá para aumentar aún más ese periodo, de 25 a 35 años (propuesta que él siempre rechazó haber formulado, aunque sí la presentó en el seno del Gobierno), generó un acre intercambio de reproches entre el titular de Seguridad Social y el entonces vicepresidente Pablo Iglesias.

Finalmente, el plan que el Gobierno remitió a Bruselas no incluía una propuesta de subida del periodo de cómputo (algo que Iglesias celebró como una victoria), pero sí que apunta en esa dirección: en el denominado componente 30, que es la parte dedicada a las pensiones, se dice que esa medida “aumenta el carácter contributivo del sistema”. Y se justifica una posible adopción alegando que una reforma así buscaría reforzar “la progresividad y el carácter contributivo haciendo que la pensión de jubilación refleje en mayor medida la vida laboral del trabajador”.

Ahora, el “Operational Agreement” subraya que esa subida tiene que darse, sí o sí: de hecho, fija un calendario por el que el anteproyecto de ley tendrá que estar aprobado por el Consejo de Ministros antes del 30 de junio del año que viene. Y la nueva regulación debería estar en marcha antes del final de 2022.

Cuantía de las prestaciones

Con carácter general, aumentar el periodo de cómputo de la pensión puede conllevar un recorte en la cuantía de la prestaciones iniciales. Suele ser así porque, en una carrera profesional convencional, los lustros más cercanos a la jubilación se corresponden con salarios y bases de cotización más elevadas, por la promoción o la antigüedad de los trabajadores, mientras que es común que se concentren mayores niveles de precariedad en los primeros años de trayectoria.

Pero no siempre es así: ampliar el foco a un número mayor de años de la vida laboral puede mejorar las pensiones de quienes, como consecuencia de crisis u otros problemas laborales, pierden sus empleos o tienen que aceptar otros más precarios en años cercanos a la edad de retiro.

Los datos

15 años para calcular la pensión hasta 2013 La reforma de 2011 incluyó un aumento gradual del periodo de cómputo.

24 años para calcular la pensión en 2021 El número de años trabajados que se tienen en cuenta son 24 ahora y serán 25 en 2022.