El litro de gasóleo se paga hoy a algo más de 1,63 euros al otro lado de la raia, en municipios como Valença o Ponte de Lima. Y aunque el Gobierno del -todavía- primer ministro António Costa ya aprobó una ley para poder intervenir en los márgenes de las estaciones de servicio cuando los consideren desproporcionados, el elevadísimo coste de los carburantes sigue siendo un problema de primer nivel. Por este motivo, en Portugal ha empezado a funcionar hoy un subsidio denominado AutoVoucher, que ayudará a los conductores a llenar el depósito.
Se trata de un apoyo de 10 céntimos por litro de combustible, hasta un máximo de 50 litros mensuales. Es decir, cinco euros de ayuda por vehículo. El programa se ha presupuestado en 132,5 millones de euros, será transitorio y fue alumbrado para rebajar la presión inflacionista sobre los productos energéticos.
Aunque un consumidor registrado en el AutoVoucher no utilice al completo ese máximo de cinco euros mensuales, podrá acumularlos para futuras compras.