La transición ecológica y el componente social y feminista como factores clave de un futuro marcado por la innovación, el desarrollo y la investigación en el que jugarán un papel fundamental los fondos Next Generation EU que emanan de la Unión Europea. Es el resumen de la intervención del alcalde de Vigo, Abel Caballero, que destacó que la olívica “es la ciudad de la tecnología”.

Citó las zonas de emisiones cero, el proyecto Smart City del Concello y el coche conectado y autónomo –recordó su experiencia a bordo de un vehículo de estas características en la Gran Vía–, pero también aludió al Halo –la estructura que permitirá conectar con dos ascensores la zona de García Barbón con Vía Norte– y a la nueva potabilizadora de O Casal –que se está reformando–, que presume de “las últimas tecnologías” para resolver el problema de la falta de agua, “el más importante de la ciudad”. “Vigo está en boca de todo el mundo”, apostilló.

En base a las experiencias pasadas, el regidor incidió en la necesidad de que el proceso de transformación tecnológica sea “asumido socialmente”. “Hay que añadir el contexto. La historia se repite, pero, cada vez, de forma más acelerada. La primera Revolución Industrial marcó el desarrollo más importante de la historia de la humanidad hasta aquel momento. Cuando aparecieron los primeros telares en Mánchester y llegó la mecanización, hubo una reacción social en contra por la dificultad de comprender, seguramente, debido a que el proceso no se lanzó de forma compartida, directa: aquello iba a generar puestos de trabajo mucho más cómodos y más productivos. Esto se superó hasta que se fueron sucediendo las revoluciones tecnológicas e industriales. La actual es la más importante”, señaló.

Abel Caballero, ayer, durante su intervención en el Círculo de Empresarios Alba Villar

“El sector de la electricidad está usando un mal modelo que daña a las empresas”

Caballero también incidió en la importancia de que, en un futuro tecnológico, se tenga en cuenta que el reparto del producto “debe ser razonable”. En este apartado, puso como ejemplo la escalada de precios de la energía. “El sector eléctrico está utilizando un mal modelo: el modelo de lo marginal para fijar los precios. Eso produce beneficios abusivos que pagamos los ciudadanos. Tenemos que corregirlo. No nos sentimos cómodos en esta ciudad con algo que produce un enorme daño a las empresas, que encuentran un factor negativo en la competitividad a raíz de esto”, indicó antes de poner el foco en la igualdad de género y el respeto al medio ambiente como pilares primordiales en el diseño del mañana, así como en el rol de las ciudades en este paradigma: “El desarrollo de la humanidad se concentra en los ámbitos en los que vivimos, donde se producen los climas sociales, los contextos, la coordinación de los vectores responsables del crecimiento, el desarrollo, el bienestar, el valor añadido, la modernidad, la productividad, la tecnología… Seguramente, Vigo es una ciudad muy representativa para entender el progreso y el avance”.

“Europa supo entender que la cooperación es clave para salir del problema”

El alcalde olívico centró parte de su intervención en los fondos Next Generation de la Unión Europea para la reconstrucción de los territorios en un contexto con heridas por la pandemia del COVID y en la necesidad de la colaboración público-privada para que prosperen los proyectos. “Hace décadas, en muchos colegios de Galicia, los menores usaban pizarrines, una tableta cuadrada, hoy, escriben en el mayor avance tecnológico de la historia de la humanidad, el teléfono móvil, que permite conectarte con cualquier lugar del mundo. Y esto se tiene que concretar y trazar conjuntamente con el anterior mayor avance de la historia de la humanidad, el automóvil. Los queremos conectar con los Next Generation, con la Europa de la cooperación, que entendió que, si queremos Europa, tenemos que cooperar y tiene que entrar a fondo en los problemas. En el 2010, no lo hizo y Europa vivió una terrible crisis. Ahora, hemos aprendido”, argumentó.