El fin de las últimas restricciones Covid y el tradicional impulso de la campaña de verano han sido el combustible para alargar los buenos datos de paro y el empleo de cara a la recta final del año. El mercado laboral registró un tercer trimestre bueno, con la segunda mayor creación de empleo de la estadística disponible y la cuarta reducción del desempleo consecutiva; tal como recogen los datos de la encuesta de población activa (EPA) publicados este jueves por el INE. Ya no solo hay más ocupados que antes de la crisis de la Covid, sino que España se asoma a los niveles de empleo previos al estallido de la anterior crisis, la financiera del 2008.

Por contra, hay más ocupados a costa de una mayor temporalidad -tres de cada cuatro nuevos ocupados son eventuales- y gracias al anestésico de los ertes y ayudas a autónomos, que enmascaran que se trabajan menos horas en global de las que antes de la Covid. También hay todavía más parados y, pese a la leve mejoría, los hogares con todos sus miembros desocupados superan el millón en toda España.

La recuperación del empleo que mes tras mes dejan los datos de la Seguridad Social y el SEPE se ven confirmados por la EPA. La ocupación coge carrerilla y España supera los 20 millones de trabajadores activos, situándose así en niveles similares a los de antes de estallar la crisis financiera del 2008. Descontando el tercer trimestre del 2020, extraordinariamente intenso debido a la todavía más extraordinariamente intensa destrucción de empleo vivida durante los tres primeros meses de confinamiento, este verano ha sido el de mayor creación de empleo en la estadística disponible. Se han sumado 359.300 nuevos ocupados al mercado laboral.

La 'cara B' de esa exhibición de musculo ocupacional es que la explosión se consigue mediante contratos temporales. Tres de cada cuatro nuevos ocupados se consiguieron firmando un contrato eventual. La temporalidad, la mayor de la UE, escaló en el tercer trimestre del 25,1% al 26% y afecta a casi 4,5 millones de trabajadores. Y dos de cada 10 de esos contratos temporales son de menos de tres meses de duración. Atajar esa lacra, asociada habitualmente a la precariedad, es uno de los retos del Gobierno en su actual reforma laboral. Y el cómo, objeto de disenso dentro de la coalición.

La actividad va al alza, aunque todavía se nota la incidencia de los ertes o los autónomos con ayudas, dados de alta, pero improductivos. Y es que si bien hay más gente trabajando que en el verano antes de la Covid, entre todos trabajan menos, concretamente el INE registró el 2,5% menos de horas trabajadas en el tercer trimestre del 2021 que en el del 2019. Otro matiz de la fotografía del mercado laboral es que el retorno progresivo a la oficina continúa y ello se nota en las cifras de teletrabajo, que pierden peso aunque siguen muy por encima de los niveles precovid. Actualmente el 8% de los ocupados, lo que equivaldría a 1,6 millones de personas en toda España, ejercen más de la mitad de los días desde sus domicilios.

Baja el paro, pero no el más cronificado

El número total de parados ha bajado en 127.000 personas durante los últimos tres meses -un descenso no extraordinario pero sí el mayor de los últimos tres años- y se sitúa en los 3,4 millones de desempleados; según revelan los datos de la encuesta de población activa (EPA) publicados este jueves por el INE. En España todavía hay unos 200.000 parados más que antes del verano precovid y 800.000 parados más que antes de la anterior crisis. La tasa de desempleo pasa del 15,2% en el segundo trimestre al 14,5% del tercero y la diferencia entre el paro de mujeres y hombres disminuye. La crisis del covid golpeó especialmente duro sobre ellas, pero en los trimestres anteriores ese diferencial se ha ido corrigiendo; aunque todavía la tasa de paro entre las mujeres (16,4%) es más de tres puntos superior a la de los hombres (13%).

La nota positiva que dejan este trimestre los datos de la EPA es que el paro de larga duración, es decir, el de aquellas personas que llevan más de un año buscando empleo sin éxito, ha roto su tendencia al alza. Actualmente 1,6 millones de parados -casi la mitad del total- llevan más de un año sin empleo. La mejoría se produce, no obstante, entre aquellos que llevan menos tiempo buscando; pues las personas con más de dos años de antigüedad apuntadas al SEPE sigue al alza y en el tercer trimestre alcanzó las 940.400 personas. Los niveles de paro cronificado se encuentran lejos de los aciagos momentos de la Gran Recesión, cuando 3,6 millones de parados llevaban más de dos años en el dique seco.