La anulación de la prórroga a la concesión en Lourizán forzó a Ence a dotar unas provisiones de 196 millones de euros en el segundo trimestre ante el potencial impacto que el cierre de esta fábrica podría causar en sus cuentas. Al margen de estas provisiones, la compañía logró un beneficio neto ordinario de cuatro millones de euros en el acumulado del año, así como un beneficio neto atribuible de 2,2 millones de euros en el tercer trimestre de 2021. Eso sí, Ence registró unas pérdidas netas atribuibles de 192,4 millones de euros en el acumulado de los primeros nueve meses del año.