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Mercado laboral

Los salarios pierden poder adquisitivo, mientras los empleos vacantes suben a máximos históricos

Los sueldos por convenio crecen al 1,4%; mientras la inflación acumulada en lo que va de año es del 2,2% | El INE registró 119.212 puestos de trabajo sin ocupar en el segundo trimestre, la cifra más alta de la estadística disponible

Cartel de 'Se busca camarero' en un restaurante de Barcelona.

Mes tras mes los precios de la cesta de la compra suben, mientras que los salarios pactados en los nuevos convenios se desinflan. Un cóctel que inevitablemente lleva a la mayoría de trabajadores españoles a asumir que este año perderán poder adquisitivo. El 2021 se le está haciendo largo a las cuentas familiares. En paralelo, a parte de los empresarios les cuesta llenar determinadas vacantes en el segundo país de la Unión Europea con mayor tasa de desempleo. Y es que mientras los sueldos pierden poder de compra, el número de sillas vacías alcanza máximos históricos en la estadística disponible. 

En un contexto todavía de incertidumbre y con el IPC al alza, los empresarios rechazan plantear incrementos por encima de la inflación y los sindicatos tienen pocos incentivos para aceptar cifras que aseguren la pérdida de poder adquisitivo. Conclusión: se firman pocos convenios. Ahora mismo hay 6,1 millones de trabajadores cubiertos por convenio vigentes, el 40% de la población asalariada. En el 2019 dicho número ascendía a 11,3 millones. Y los que se firman dejan incrementos parcos. “Los convenios que no se hayan firmado ya, difícilmente se firmarán. Estamos muy condicionados por el IPC, que se ha desmadrado”, afirma el vicesecretario general y responsable de negociación colectiva de UGT, Mariano Hoya

Según los últimos datos disponibles, los sueldos por convenio crecen al 1,4% de media; mientras la inflación acumulada en lo que va de año es del 2,2%. “Incluir mecanismos de revisión automática si se consolida la inflación fomentaría que se pactaran más convenios. Son una buena solución ahora debido al alto grado de incertidumbre pero en general no se deben indexar los salarios al IPC para evitar espirales inflacionistas”, sugiere el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) e investigador de Fedea, Marcel Jansen.

Bloqueo transversal

Como muestra de ese bloqueo varios de los convenios que se han cerrado recientemente en Catalunya: la industria de la madera, que afecta a 25.000 trabajadores en Catalunya y que contempla un plus de 150 euros para este año y una subida del 1,3% para el que viene. O el textil, que junta a 64.000 trabajadores y se cerró con un 0,5% para este año y del 2% para el que viene. “Hay que tener en cuenta que una quinta parte de los convenios firmados se está cerrando con los salarios congelados”, apuntan fuentes consultadas de la CEOE. Por ejemplo el convenio de la hostelería, que en Catalunya se ha prorrogado un año más sin incrementos.

Los sectores más afectados por la pandemia son donde más trabada está la negociación colectiva, “aunque incluso en sectores donde las restricciones no han tenido una afectación importante los empresarios han aprovechado para bloquear la negociación de convenios”, apunta la secretaria de acción sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente.

Número récord de empleos vacantes

En paralelo a esa pérdida de poder adquisitivo que todos los agentes sociales dan por segura este año, las empresas españolas registran un récord de empleos vacantes. Según los últimos datos de la Encuesta trimestral de costes laborales, en España hay 119.212 'sillas vacías'; el mayor registro de la estadística disponible del INE. “Aquí se producen a la vez dos fenómenos. Por un lado, hay un desajuste entre condiciones ofrecidas y condiciones exigidas. Y, por el otro, no hay disponibles los perfiles que las empresas demandan”, explica el investigador de Fedea Marcel Jansen. 

Es decir, parte de ese récord de vacantes se explica porque las empresas no pagan suficiente para atraer a los trabajadores que demandan. Ese ‘pay them more’ que les susurró el presidente de EEUU, Joe Biden, a sus empresarios y al que se agarran los sindicatos para explicar el fenómeno. “Algunos datos nos tendrían que hacer reflexionar. Este verano los empresarios del campo se quejaban de falta de mano de obra y 15.000 jornaleros se han marchado a hacer la vendimia a Francia. No creo que se vayan porque les encante viajar. Algo tendrán que ver los salarios y las condiciones de estancia”, apunta la negociadora de CCOO.

Y la otra parte se explica porque estén o no dispuestas las empresas a pagar por ello, no encuentran en el mercado laboral el perfil que necesitan. “Más de la mitad de las empresas aseguran que tienen dificultades para encontrar determinados perfiles para cubrir vacantes profesionales. Por eso, hay que seguir insistiendo en lograr unos buenos índices de formación continua o que los jóvenes dirijan su formación a aquellos aspectos que más necesitan las empresas”, insisten desde CEOE. “Es algo común a nivel internacional. La pandemia ha acelerado cambios en la organización del trabajo y entre sectores y ahora vivimos un momento de transición”, contextualiza Jansen.

¿Qué pasará con los salarios en el 2022?

Las previsiones macroeconómicas para el año que viene son de intenso crecimiento económico. Las últimas, las del FMI, apunta a un alza del 6,4% del PIB, y las oficiales del Gobierno lo suben al 7%. Con matices, el consenso es que la economía durante el próximo ejercicio crecerá, aupada por el despliegue de los fondos europeos. “Tiene que haber un reparto de ese crecimiento y ese reparto se tiene que hacer vía negociación colectiva”, apunta Vicente, de CCOO. “Estamos en un momento en el que, de lo que se trata, es de consolidar la incipiente recuperación”, replican desde CEOE. El director de relaciones laborales de Foment del Treball, Javier Ibars, pronostica que los salarios crecerán a un ritmo similar al actual 1,4%, "muy difícilmente" por debajo del 1% y que las inaplicaciones de convenio serán "mínimas".

Un primer termómetro para medir cómo evolucionarán los sueldos este próximo 2022 lo marcará la inminente nueva negociación del salario mínimo interprofesional (SMI). Este año la patronal se mantuvo firme en su apuesta por los 0 euros de subida y esa reticencia a los incrementos contagió a toda la negociación colectiva. Los sindicatos coinciden en que, si ahora los empresarios se abren a aumentos, ello puede contribuir a generar un efecto cascada. En el tono y la predisposición de las negociaciones también influirá otra cuestión de desenlace inminente: la nueva reforma laboral del Gobierno. “Si hay acuerdo, tenderemos puentes; si no lo hay, seguramente acabará enturbiando”, reconoce Hoya, de UGT. 

¿Una nueva ola de huelgas a la vista?

La ausencia de un Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC) entre patronales y sindicatos, un convenio de convenios que fija las recomendaciones para el conjunto de la economía, ha lastrado durante todo este año la firma de nuevos convenios y deja a la inercia de cada sector los incrementos. Negociar uno nuevo y será una de las asignaturas del diálogo social entre patronal y sindicatos durante el 2022. “Vamos a seguir sentados en las negociaciones y, si tenemos que decir que no en algún momento, lo haremos de forma educada y explicando nuestras razones, como hacemos siempre”, afirman desde CEOE.

La cifra que los sindicatos pondrán de saque encima de la mesa será un incremento del 2,5%. Un punto de partida que enerva a las patronales. “Lo razonable es tomar medidas que no socaven la recuperación de la economía, como hemos comentado. En ese sentido, seguimos apostando por la moderación y la prudencia”, replican desde la bancada empresarial. “Si la patronal no mueve sus posiciones a partir de enero, vamos a tener que recurrir a las movilizaciones”, avisa el responsable de negociación colectiva de UGT. Lo que puede despertar una conflictividad laboral aletargada por la pandemia, como ya está sucediendo en otros países, como Estados Unidos.

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