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Macroeconomía

Las dos maneras de aliviar la deuda autonómica

Diversas comunidades tienen su autonomía financiera invalidada por el peso de la deuda, por eso, desde hace años está sobre la mesa la posibilidad de algún tipo de quita por parte del Estado

Las dos maneras de aliviar la deuda autonómica.

La deuda de las comunidades autónomas estalló a partir de la crisis financiera de 2008. En pocos años, pasó del 5,8% del PIB en 2007 al 20,6% en 2013. Después ha seguido subiendo hasta cobrar un peso cercano al 27% a mitad de 2021. En territorios como la Comunidad Valenciana, este porcentaje llega al 47,8% del PIB. Esta y otras comunidades tienen su autonomía financiera invalidada por el peso de la deuda, por eso, desde hace años está sobre la mesa la posibilidad de algún tipo de quita por parte del Estado. Básicamente hay dos formas de abordar una quita: una condonación de deuda o una renegociación de plazos y tipos de interés. Ninguna de ellas es pacífica desde el punto de vista político.

1- ¿En qué consiste la condonación de la deuda autonómica?

Más de la mitad del total de la deuda autonómica lo es con el Estado, a través de mecanismos de facilidad financiera como el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). A raíz de la crisis de la deuda, como los mercados exigían elevados tipos de interés a las comunidades autónomas, era el Tesoro quien se endeudaba y luego traspasaba la liquidez a las autonomías. Así, mecanismos como el FLA se pusieron en marcha a partir de 2012 para rescatar las finanzas de las comunidades y ahora el 61% de la deuda autonómica lo es con el Estado. Una forma de condonar la deuda sería que el Estado asuma una parte de esas cantidades como pasivos propios.

Al menos de momento, Hacienda se resiste a hablar de “condonación”, “quita” o “perdón” de deuda autonómica. El propio ministro del PP Cristóbal Montoro se enfrentó en su día al rechazo de autonomías como Galicia y Madrid (gobernadas por el PP y con menores niveles de deuda) a cualquier intento de perdón de una deuda que, desde el punto de vista de estas, tenía que ver más con la mala gestión y el despilfarro que con la infrafinanciación. Ahora, Madrid vuelve a mostrar su rechazo.

La palabra “condonación” parece, así, proscrita del debate. El gobierno valenciano defiende que el Estado asuma un volumen de su deuda autonómica equivalente a su estimación de infrafinanciación acumulada, de 23.000 millones. Pero prefieren no llamar a esto condonación, sino “compensación” de deuda.

2- ¿Cómo funciona la renegociación de tipos y plazos?

Existen otras alternativas para lograr un efecto financiero equivalente al de una “condonación”. Consiste en renegociar los plazos y los tipos de interés de la deuda, alargando aquellos y bajando estos. En el momento actual cobra escaso sentido jugar con los tipos de interés, pues en la mayoría de los casos se encuentran en niveles muy bajos. Pero sí tiene sentido alargar vencimientos para reducir la carga financiera por la amortización de la deuda que corresponda a cada ejercicio. No se reduce deuda pero el equivalente en valor actual es menor cuanto cuanto más largo sea el vencimiento. En este sentido, alargar la vida de un préstamo de 12 años actuales a 40 años equivale a una quita del 25% de la deuda en valor actual, según cálculos de César Cantalapiedra, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Según estos cálculos, el perdón equivaldría al 50% si la vida de la deuda se alarga a 75 años. Y todo, esto, sin que se note.

El actual momento de bajos tipos de interés ofrece la oportunidad para este tipo de renegociación de la deuda, según los expertos consultados. “Puede que dentro de tres años estemos en otra situación distinta, más difícil”, se advierte. El momento actual también es propicio, pues cuanto antes puedan salir las administraciones autonómicas a los mercados más podrán aprovechar el favorable contexto de fuerte demanda de deuda por parte de los inversores que existe en este momento.

El profesor de Economía Aplicada Jorge Onrubia (Universidad Complutense e investigador en Fedea) también es partidario de ir a un alargamiento de los plazos de la deuda para aliviar la carga autonómica. Defiende que habría que analizar previamente la situación comunidad y comunidad, para tener en cuenta los escenarios de déficit, deuda y sostenibilidad de cada una de ella. Onrubia propone que llegado el caso, la renegociación se vincule al cumplimiento de unas determinadas condiciones, para evitar que se reproduzca el problema, y considera que la fórmula debería ser “muy transparente” y fruto “de una negociación multilateral, en el marco de las conversaciones para el nuevo modelo de financiación”, para contrarrestar los recelos de las comunidades contrarias a este tipo de medidas. “En todo caso, lo que no tiene sentido –añade- es ir a un ‘café para todos’ para intentar evitar acusaciones de favoritismos”.

También Cantalapiedra defiende que avanzar en paralelo tanto en el nuevo modelo de financiación como en el alivio de la deuda. “No tiene sentido reestructurar la deuda si se mantiene un problema de infrafinanciación. Y viceversa”, resuelve el financiero.  

3- ¿Cuáles son los planes de Hacienda para aliviar la deuda autonómica?

En el momento actual, Hacienda no aclara cuáles son los planes para aliviar la deuda autonómica a los que se refirió la ministra en el Congreso de los Diputados el 22 de septiembre. Rehúsan hablar de condonación y ven "prematuro" un debate sobre la renegociación de la deuda. La afirmación de María Jesús Montero a favor de abordar el problema de "la deuda acumulada" apunta en la dirección de que el alivio podría ir en exclusiva a las comunidades con una flagrante infrafinanciación acumulada en los últimos años, pero no es seguro. Los datos, analizados por la fundación Fedea, señalan claramente a Valencia, Murcia, Andalucía y Castilla La Mancha como las que acumulan una menor financiación por habitante en las últimas décadas.

4- ¿Es la primera vez que está sobre la mesa una quita de la deuda?

Ya en 2018 el entonces ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, introdujo una disposición en la Ley de Presupuestos del Estado que abría la puerta a la condonación de deuda autonómica contraída con el propio Estado. El informe de la Comisión de Expertos para la Revisión del Modelo de Financiación Autonómica, publicado en julio de 2017 abordó la necesidad de aligerar la deuda acumulada, apuntando diferentes opciones. Sin embargo el cambio de Gobierno en junio de 2018 y la posterior crisis sanitaria postergó un debate que ahora vuelve a estar encima de la mesa, una vez que el Ministerio de Hacienda ha retomado los trabajos para la renovación del modelo de financiación autonómica, pendiente desde 2014 (acumula un retraso de siete años)

5- ¿Qué deuda autonómica tiene la calificación de 'bono basura'?

Solo los territorios forales de País Vasco y Navarra y las comunidades de Madrid, Galicia y Canarias, gozan de buenas calificaciones por parte de las agencias de rating (en el rango de la letra A).

Otras comunidades como Andalucía, Aragón, Baleares o Extremadura también disponen de ratings relativamente ventajosos (BBB+ o BBB), que les permiten pedir prestado a los mercados el dinero que necesitan sin necesidad de tener que acudir al Estado ni someterse a las condiciones de este.

Sin embargo, hay comunidades con calificaciones de su deuda pública en el rango del ‘bono basura’ según las diferentes agencias de calificación, como Cataluña (calificada por debajo del grado de inversión por Moody's y Fitch), Castilla La Mancha (Moody's), Murcia (Moody's) o la Comunidad Valenciana (S&P), según datos recopilados por la Airef. Con estas calificaciones crediticias, las comunidades autónomas difícilmente se pueden plantear pedir dinero prestado en los mercados financieros si no es a costa de elevadísimos tipos de interés. El 89% de la deuda de Murcia lo es con Estado. Este porcentaje es del 84% en el caso de la Comunidad Valenciana; del 75,5% en el de Catalunya y del 74,3% en el de Castilla La Mancha.

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