El récord de ocupados que Galicia batió a lo largo de agosto, cuando superó las 1,039 millones de afiliaciones en la Seguridad Social, quedó deslucido con la destrucción en los últimos días del mes de 11.800 empleos. Es habitual que el mercado laboral sufra por el fin de la temporada alta de la campaña estival, pero esta vez el ajuste se notó antes. Los bares y los comercios no estiraron el verano hasta septiembre y prescindieron de 3.100 trabajadores, anticipando un septiembre flojo. Y lo fue. Mientras en el conjunto del país el paro bajó en 76.113 personas, el 2,3%, una merma sin precedentes en la serie histórica, en la comunidad aumentó un 1,2%, con 1.790 nuevos desempleados.
Al cierre del mes pasado había 153.054 gallegos inscritos en las oficinas públicas de empleo a la espera de una oportunidad. La subida, la primera en lo que va de año, se concentró en los servicios (1.973 parados más) y en el colectivo sin empleo anterior (208), con fuerte presencia de jóvenes y mujeres. Por eso el incremento se ceba con ambos. Ocho de cada diez personas que pasaron al paro en septiembre son mujeres y la mitad tiene menos de 30 años, según el balance publicado ayer por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. El desempleo en la construcción, en cambio, descendió un 1,5% (164 menos), en la industria un 1% (170) y el 1,1% (57) en agricultura y pesca.
El volumen de cotizaciones se aleja de esos máximos alcanzados en el pico del verano. De media, en septiembre hubo en Galicia 1,034 millones de afiliaciones, unas 5.200 menos que en agosto. La evolución contrasta de nuevo con lo sucedido en global del Estado: 57.387 altas, un 0,2% más. Teniendo en cuenta los últimos días de mes, el número de trabajadores de alta en la Seguridad Social se queda en cerca de los 1,026 millones en la comunidad tras una reducción ligeramente por encima de los 1.600.
Más gente en ERTE en Pontevedra
De ellos, 9.842 estaban en algún tipo de Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). Los afectados por una suspensión total de su contrato (3.512) o parcial (6.330) disminuyeron en cerca del millar. No en la provincia de Pontevedra, con 10 trabajadores más en ERTE que en agosto; ni tampoco entre los expedientes menos vinculados a la pandemia, los de no fuerza mayor, que suman 116 afectados por la encrucijada que muchas industrias sufren por la falta de materias primas.
Sube el paro, baja la afiliación y, sin embargo, la contratación aumentó un 20%, lo que evidencia la fortísima temporalidad del mercado de trabajo en Galicia. Eso es lo que más critican los sindicatos. “Un modelo de precariedad y de la rotación”, según Fran Cartelle, secretario de Emprego de la CIG, que denuncia “mucho ruido en las propuestas del Gobierno y pocas nueces”. Maica Bouza, responsable de Emprego en CCOO, alerta de que el aumento en los ERTE que no son de fuerza mayor “evidencian los problemas de nuestros sectores productivos, especialmente en la industria, que es un motor que arrastra a los demás”. UGT incide en “la vulnerabilidad” de umjeres y jóvenes y reclama a los poderes públicos una actuación “urgente”. La Consellería de Emprego destaca que Galicia tiene menos paro y más afiliados que antes de la pandemia y que el 94% de los trabajadores salieron de los ERTE.
