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Más de 15.000 gallegos pagaron el doble que hace un año por matricular su coche

Densidad de tráfico, ayer en el centro de Vigo. Pablo Hernández Gamarra

Hasta el pasado 1 de enero, los nuevos turismos se comercializaban en toda Europa bajo la normativa de emisiones NEDC (New European Driving Cycle). Los coches eran sometidos a ensayos en un banco de pruebas, se realizaban las mediciones durante 11 kilómetros y a una velocidad media de 34 kilómetros por hora. Era un examen determinante: si arrojaba un resultado inferior a los 120 gramos de CO2, el vehículo quedaba exento de pagar el impuesto de matriculación. Pero el NEDC fue sustituido por la normativa WLTP (World Harmonized Light-duty Vehicle Test Procedure) más estricta y, a fin de cuentas, más difícil de trampear por parte de los fabricantes. En vez de en un banco de pruebas, con este estándar los coches son sometidos a un trayecto de hasta 40 kilómetros en un entorno real, a más velocidad media. ¿El resultado? Muy pocos turismos se librarían ya de pagar el impuesto. En un año más que complejo para la automoción, el sector trató de convencer al Gobierno de retrasar la implantación de la WLTP –como hicieron en Francia, Italia o Portugal–, pero recibieron el “no” por respuesta. La factura, en los seis primeros meses del año, ha sido mayúscula: el importe medio del impuesto de matriculación se ha duplicado en un año en Galicia.

La insistencia de la industria llegó al Congreso, donde la mayoría del arco parlamentario votó a favor de aplicar una moratoria sobre esta normativa hasta el 31 de diciembre, pero sin carácter retroactivo. Esto es: por los 3.556 coches que se matricularon en enero en los concesionarios gallegos, por ejemplo, los clientes pagaron 696 euros de media; un año antes apenas se superaron los 400 euros. En suma, los afectados por la WLTP en la comunidad ascienden a 15.264, según los datos cruzados de la Agencia Tributaria y la Dirección General de Tráfico (DGT). Otro ejemplo: los turismos matriculados en mayo abonaron unos 789 euros por este tributo, mientras que los comercializados en agosto –ya sin el estándar WLTP en vigor– no llegaron a los 250 euros.

“El mayor impacto se produce en las familias con menor poder adquisitivo, para coches de gama media-baja”

Gerardo Pérez - Presidente de Faconauto

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Gerardo Pérez

“Ahora es un buen momento para comprarse un coche”, apunta el presidente de la patronal de concesionarios Faconauto, Gerardo Pérez. Porque este abaratamiento, y su moratoria, son flor de un día. “En enero se volverá a la normativa WLTP. Y a quien va a perjudicar es a las familias de menor poder adquisitivo, el mayor impacto es para los coches de gama media y baja; los vehículos de gran cilindrada ya pagaban antes”. Sin este estándar de emisiones, el 71% de los turismos matriculados estuvo exento de abonar el impuesto. Sin embargo, entre enero y julio fue obligatorio para más de la mitad de las ventas.

Caso práctico

Por ejemplo, para un sedán a gasóleo con etiqueta C –matriculado a partir de 2014–, la normativa NEDC le atribuía emisiones de 114 gramos por kilómetro de promedio. El nuevo sistema, el WLTP, lo eleva, para el mismo modelo, hasta los 134 gramos. En resumen, el mismo turismo que antes estaba exento de pagar el impuesto ahora tendría un gravamen de hasta 860 euros, teniendo en cuenta que el valor medio de 19.075 euros para las unidades de este segmento.

Y si se notó en el bolsillo de los ciudadanos, también lo notaron, y para bien, las arcas públicas. Hacienda recaudó en Galicia 8,33 millones de euros en 2020 (enero-agosto) por este tributo, mientras que en lo que va de año se ha embolsado más de 13,4 millones.

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