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Prothero reaparece con una arenga

El expresidente de Barreras desembarca en Santander para evaluar la construcción del crucero Evrima | Se da 40 días para acabar los trabajos en dique seco y poder navegar

El “Evrima”, en el dique seco de Astander. | // FDV

La construcción 1705 de Hijos de J. Barreras, entregada formalmente en junio, celebró dos hitos esta semana. Uno técnico, con la subida a dique seco (drydock) del buque, seis meses después de su escapada de Vigo; otro más emocional, con el retorno a astillero del consejero delegado de la naviera The Ritz-Carlton Yacht Collection y expresidente de la atarazana de Beiramar, Douglas A. Prothero. El canadiense desembarcó este miércoles en las instalaciones de Astander, en la capital cántabra, donde pudo comprobar la evolución de los trabajos a bordo. “Ánimo, gracias por vuestro esfuerzo”, arengó Prothero al equipo en la reunión matinal, según apuntaron a FARO fuentes de la plantilla. “Sé que ha sido un trabajo duro”, prosiguió. Los encuentros matinales de equipo, habituales en el sector, están capitaneados siempre por Brian Swensen, fichado por la compañía para dirigir el proyecto en Santander, aunque en esta ocasión cedió su puesto en favor del empresario norteamericano. “Fue una proclama, ahora mismo no está para nada al tanto del estado de la construcción”, creen otras fuentes asignadas al proyecto.

Prothero ha regresado a la pequeña localidad de El Astillero como avanzadilla de una delegación más extensa. En los equipos han sido advertidos ya de la visita del máximo responsable de Oaktree en la naviera, Andreas Krämer. El fondo norteamericano es propietario no solo de la armadora Cruise Yacht Opco, sino de todo un entramado que incluye a Hijos de J. Barreras, a Cruise Yacht 1 (dueña del Evrima) y cuya sociedad cabecera está en Islas Caimán. Por más que en las auxiliares consideren que es un margen “muy justo”, la planificación de Swensen pasa por finalizar los trabajos en el dique seco a finales de octubre. Una nueva cuenta atrás, como la que instaló antes del traslado del crucero al drydock, funciona ahora en una de las carpas instaladas junto al buque. Ayer faltaban 40 días para el nuevo día D.

“Los motores están listos para funcionar, pero faltan las conexiones con el panel”, lo que ya impidió en marzo que el barco de lujo pudiese salir de Vigo por sus propios medios. Si Cruise Yacht pretende llevárselo de Astander antes de que se pueda gobernar desde el puente de mando, tendría que hacerlo, de nuevo, remolcado. Las pruebas de mar están fijadas, de momento, para mediados de noviembre. Son independientes a las de estabilidad, indispensables para conseguir la certificación de Det Norske Veritas (DNV). Como confirmó al comité de Barreras el presidente del Cesce (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación), Fernando Salazar, el compromiso que adquirió la propiedad de la naviera con el Gobierno para ingresar hasta 23,6 millones de una subvención por los tipos de interés (articulado en el RD 874) era el de rematar en España los trabajos de propulsión. El Evrima todavía no ha iniciado la complejísima habilitación de los 149 camarotes para los pasajeros, que se demorarán durante meses. La cuenta atrás de Swensen no solo es importante a efectos técnicos, sino de planificación estratégica para Prothero: su objetivo es que el crucero no inicie el nuevo año en suelo español, como ya publicó FARO.

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