A diferencia del resto de los sectores, que se mueven con el calendario habitual, el año de las compañías de moda a efectos fiscales arranca en marzo. Así que el ejercicio de 2020 es para el sector una fotografía muy exacta del impacto de el coronavirus en sus cuentas. Muy fuerte. Entre el confinamiento, las restricciones a la movilidad, los aforos de las tiendas y, en general, la contención en el consumo de los hogares durante muchos meses en todo lo que no fuera alimentación, farmacia, productos multimedia y artículos de casa, el textil ha vivido una pesadilla. Tuvo que llegar una pandemia inédita para frenar el vertiginoso crecimiento de Bimba y Lola, que perdió 5 millones de euros el pasado ejercicio. Había dos razones para la esperanza de una pronta recuperación: el resultado de explotación se mantuvo en positivo y desde marzo de este 2021 notaba “una importante recuperación”. El cierre del primer semestre del nuevo ejercicio lo confirma. El incremento anual de la facturación supera el 51% y la cifra de negocio, según anunció ayer la compañía, se queda “cercana a su nivel previo a la crisis de la pandemia”.

La subida se nota especialmente en tiendas, donde alcanza el 80% en comparación con las ventas de marzo a agosto de 2020. Bimba y Lola destaca, además, “la consolidación del canal digital”, que aporta cerca de una cuarta parte de los ingresos.

Desde que comenzaron las medidas de desescalada, Bimba y Lola dejó claro que su receta para salir del bache por el COVID-19 es la expansión y avanzar en el objetivo de globalizar la marca. El grupo dirigido por las hermanas María y Uxía Domínguez sigue adelante con las aperturas previstas en su actual plan estratégico en nuevos mercados europeos y Latinoamérica y destaca “muy especialmente” el lanzamiento de la nueva web este mes de septiembre. “Una plataforma de última generación que permite presentar de forma mucho más amplia y dinámica todo el trabajo creativo de los equipos de la marca”, apunta el grupo, que, como adelantó FARO, inició ya los trabajos de su nueva sede central en Vigo y la ampliación y automatización del centro logístico en Mos.