Havila Kystruten tiene muchos frentes abiertos. El de mayor relevancia es judicial, contra Hijos de J. Barreras, y no llegará al tribunal hasta junio del año que viene. La naviera reclama 57 millones de euros al astillero vigués, como desveló FARO, por el fallido proyecto de dos cruceros y por el sobreprecio asumido para encargarlos en otro país. Pero el holding que dirige Per Saevik tiene un contratiempo más apremiante, que tiene que ver de hecho con la construcción de otros dos buques, idénticos a los asignados en Vigo, y que toman forma en Yalova (Turquía). El grupo ha comunicado a los inversores un nuevo retraso para la puesta en marcha de sus rutas marítimas, que unirán los puertos de Bergen y Kirkenes, por “un problema técnico inesperado e inusual” que afecta a los transformadores de a bordo.

Los cuatro barcos –todos se harán en las gradas turcas de la empresa Tersan– tienen un sistema de propulsión híbrido, que fue requerido por el Gobierno de Noruega para adjudicar las líneas marítimas con el objetivo de reducir las emisiones. La inauguración de las rutas tendrá lugar ahora el 20 de enero de 2022, un año después de lo estipulado en el acuerdo con el Ministerio de Transportes nórdico.

El naval gallego perdió 900.000 horas de trabajo por barco con la cancelación de este pedido, presupuestado en unos 300 millones de euros.