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Freire da aire al naval: el exCEO de Google se queda en Vigo

Firma un megayate de expedición, similar al que botó el mismo astillero este verano | Beiramar acoge ya la transformación del “Polar Queen” en un oceanográfico para el mismo armador

Botadura del superyate de 111 metros, el pasado junio. Marta G. Brea

Construcciones Navales Paulino Freire (Freire Shipyard) ha sabido explotar sus capacidades, y las del ecosistema de la industria auxiliar de Vigo, para reforzar su liderazgo en una industria cada vez más global y acorralada por el empuje asiático. No en vano, el astillero tiene en cartera pleno de encargos de alta tecnología, con dos oceanográficos y un buque de exploración. Y suyo fue el contrato, para la Agencia de Medio Ambiente de Abu Dhabi (EAD), que sacó al naval gallego en enero de un año de sequía y disrupciones causadas por la pandemia. El pasado junio, la compañía celebró la botadura de un imponente superyate de 111 metros de eslora, el de mayor envergadura construido nunca en España, que lleva el sello de la prestigiosa oficina técnica Marin Teknikk, con diseño de Bannenberg & Rowell Design. Un proyecto resguardado con mil capas de confidencialidad al que se sumará otro de similares características. Freire, que acaba de cumplir 125 años, anunció ayer la entrada en vigor de “un megayate de expedición de 105 metros”, sin más detalles. El armador es también ilustre, según pudo averiguar FARO: se trata de Eric Schmidt, uno de los grandes talentos de Silicon Valley, que fue consejero delegado del gigante Google y presidente de su matriz (Alphabet). Será la construcción 729 de la compañía que dirigen los hermanos Marcos y Guillermo Freire.

  • La cartera de Freire (a 30 de junio)

    Oceanográfico: Bélgica Megayate: Desconocido Oceanográfico: Emiratos Oceanográfico: EE UU

El norteamericano ya conoce el know how del astillero. El pasado abril llegó a Vigo el Polar Queen, un offshore que la propia atarazana construyó en 2011, por unos 80 millones de euros, para la armadora noruega Rieber Shipping. Fue adquirido por la Schmidt Ocean Institute, una fundación creada por Eric y Wendy Schmidt que opera el único buque oceanográfico de carácter filantrópico en todo el mundo. El Polar Queen se convertirá en Beiramar en su sucesor, bautizado ya como Falkor Too, a principios del año próximo. “Estamos entusiasmados con poder mirar ya de la próxima década en adelante. Este nuevo barco se basará en el legado del Falkor, continuando y ampliando los notables descubrimientos y la investigación colaborativa”, valoró entonces la responsable de la fundación. Sus dos patronos son, además de activistas ambientales, conocedores de buques de gran envergadura. La prensa especializada atribuye al matrimonio la propiedad del velero Elfje, de 52 metros y construido en el astillero holandés Royal Huisman; fueron los dueños también del Oasis, fabricado por Lurssen y de 59 metros.

Nueva moda

Del nuevo barco no ha trascendido más información, más allá de que no se tratará de un superyate de lujo al uso. La tendencia de los yates de exploración, que permiten singladuras a los rincones más recónditos del planeta –lejos de paraísos más transitados como el Caribe o el Mediterráneo– va en aumento. El astillero alemán Lloyd Werft entregó este año el Solaris, cuya propiedad se atribuye al magnate ruso Roman Abramovich, de 140 metros de eslora. Es el más grande del mundo, de momento, ya que será reemplazado en este puesto por el REV Ocean, del filántropo y medioambientalista Kjell Inge Rokke. Los problemas técnicos de diseño, por los que su promotor ha señalado al grupo VARD, retrasarán su puesta en funcionamiento hasta 2026. Entre los de mayor tamaño figura el Ulyses (116,15 metros), también diseñado por Marin Teknikk para el hombre más rico de Nueva Zelanda, Graeme Hart.

Pese al chasco del crucero de ultralujo de Hijos de J. Barreras, contratos como los de Freire –el botado en junio y el anunciado ayer– apuntalan también el expertise de toda la industria naval gallega en este mercado, explotado asimismo con la construcción del Sea Cloud Spirit en Metalships. El nuevo pedido empujará a la atarazana a unos niveles de cerca de 30.000 CGT, sin contar con la carga de trabajo que aporta la remodelación íntegra del Polar Queen o los trabajos de reforma a bordo del yate Azzam, del jeque Jalifa bin Zayed Al Nahyan. Freire pugnó hasta el final para adjudarse el contrato del nuevo oceanográfico del IEO, asignado a Armón Vigo, y ultima la firma de nuevos buques.

Botadura del superyate de 111 metros, el pasado junio. MARTA G. BREA

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